Cemex espera que su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) llegue a los 2,350 millones de dólares al finalizar 2020, lo que representaría un incremento de 4% con lo obtenido en 2019.

Con todo y pandemia, nuestro EBITDA será casi igual que en 2019 (…) Aunque tomará tiempo recuperarnos del impacto de COVID-19 y no prevemos que sea en 2021, pero llegará

dijo Fernando González-Olivieri, CEO de Cemex en marco de la presentación de su plan a 2023, Operación Resiliencia. 

Para el tercer trimestre del año, la cementera prevé un crecimiento en su EBITDA de 12% de manera anual, para alcanzar 700 millones de dólares.

El mayor flujo será gracias a una reducción de costos por 280 millones de dólares este año en áreas como venta general y administración, operaciones, cadena de suministro y energía.

“Cambiaremos nuestra estrategia para enfocarnos en nuestros mercados más desarrollados como Estados Unidos o Europa”, comentó el CEO de la firma.

También pretende reducir su nivel de apalancamiento por debajo de tres veces su deuda neta sobre EBITDA. Al cierre del segundo trimestre, su nivel de apalancamiento era 6.3 veces su deuda neta sobre EBITDA, de acuerdo con su reporte financiero.

Además, planea redistribuir su nivel de efectivo para la segunda mitad del año para pagar cerca de 3,000 millones de dólares en deuda.

Entre ellos está el pago a préstamos del contrato de crédito con vencimientos en julio de 2020 y julio de 2021, para el contrato de crédito revolvente y la recompra de bonos en 2024.

La compañía dijo que no esperaba vencimientos significativos hasta mediados de 2023 y que terminaría este año con un nivel de efectivo suficiente.

Cemex se vio afectada por la parálisis que sufrió el sector de la construcción e infraestructura a nivel mundial, a consecuencia de la pandemia por COVID-19, pero apunta una recuperación en V pronunciada en sus mercados donde tiene presencia.

En el caso de México, la recuperación es lenta en el sector de vivienda, pero apuesta en el de infraestructura con los proyectos gubernamentales de la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, que forman parte del rediseñado Programa Nacional de Infraestructura.