A Ghosn no se le terminan las sorpresas en la época navideña.
Nuevas acusaciones de conductas irregulares presentadas por fiscales de Tokio contra el exjefe de Nissan, Carlos Ghosn, se centran en el uso de fondos de la compañía para pagar a un empresario saudí, quien lo habría ayudado a resolver problemas financieros, revelaron dos fuentes de la compañía.
Los fiscales de Tokio arrestaron a Ghosn por tercera vez el pasado viernes, acusándolo de un agravado abuso de confianza en la transferencia de pérdidas personales por inversiones al fabricante de automóviles.
En su acusación, los fiscales dijeron que creen que alrededor de octubre de 2008, Ghosn estaba tratando de lidiar con pérdidas por 1,850 millones de yenes (unos 16.6 millones de dólares) por un contrato de swap con un banco que no se mencionó.
Una persona ayudó a organizar una nota de crédito para Ghosn y una compañía dirigida por esa persona recibió más tarde 14.7 millones de dólares en fondos de Nissan en cuatro cuotas entre 2009 y 2012, según el comunicado, y agregó que los pagos se realizaron en interés de Ghosn y esa persona.
“Al hacer eso, (Ghosn) se comportó de una manera que violó la confianza e infligió daños en la propiedad de Nissan”, dijo el comunicado, el cual agregó que Ghosn había intentado que la automotriz asumiera directamente las pérdidas.
Según las fuentes de Nissan, quienes tienen conocimiento de la investigación de la compañía sobre su exjefe, la persona que ayudó a Ghosn es Khaled Al-Juffali, vicepresidente de uno de los mayores conglomerados de Arabia Saudita, EA Juffali and Brothers, y miembro del directorio de la Autoridad Monetaria de Arabia Saudita.
También es dueño mayoritario de una compañía llamada Al-Dahana que posee la mitad de la empresa conjunta regional Nissan Gulf, mientras que la otra mitad está en manos de una unidad de propiedad total de Nissan.
Con información de Reuters