La iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica presentada por el gobierno del presidente López Obrador bloqueará la habilidad de la Comisión Federal de Electricidad de agregar energía barata al sistema eléctrico nacional, lo que impedirá que las tarifas de energía en México disminuyan, y obligará al gobierno a aumentar los subsidios a la empresa, si quiere mantener su promesa de no permitir que estas tarifas suban.

Víctor Ramírez, analista del sector, explica que el caso es similar a lo que pasó en el sector de telecomunicaciones. Si siguiera en el control del gobierno, su costo subiría con la inflación, cuando lo que ocurrió en la práctica fue que los costos en términos reales bajaron un 40%, ejemplifica.

“Deberíamos estar oyendo que los costos van a bajar y no que no van a subir más allá de la inflación, pero no se hace porque saben que no tienen forma de bajar los costos con la reforma que están proponiendo”.

El problema es que dar la espalda a las fuentes de energía eléctrica que el gobierno ha calificado como “intermitentes” provoca que crezca la dependencia nacional de la generación a partir de fuentes fósiles.

Esto quiere decir que los costos de generación están ligados a los costos del insumo, que están fuera del control del gobierno.

“Con la reforma están obligando a Suministro Básico a mantener los costos de la energía, pero también a comprar a los generadores más caros y despreciar a los más baratos. Entonces los costos de energía van a subir en términos reales aunque los subsidios lo maquillen en la tarifa, y el gobierno seguramente no absorberá esta diferencia en el caso de la industria”, advirtió Ramírez.

Los analistas concordaron en que dar poder de decisión a CFE y devolverle algunas de sus características monopólicas no necesariamente significa fortalecer a la empresa, sobre todo en el corto y mediano plazo.

“Están incrementándose los precios de los combustibles, y la propia CFE lo sabe, porque va a haber menor demanda y menor producción, por lo que los precios se van a mantener a la alza. En el momento que se incrementen los precios de gas en Estados Unidos se va a transmitir a México porque 60% de la matriz depende de gas”, señaló Elie Villeda, analista del sector.

“No creo que estos cambios le beneficien a la CFE. Tal vez en un muy largo plazo cuando tenga un control completo y se elimine el shock que están provocando. Pero esto depende de que absolutamente todo les salga bien. En este escenario se va a depender todavía de los subsidios, que tapan los errores de CFE, pero salen de la bolsa de los ciudadanos”, destacó Villeda.

Las utilidades de CFE Transmisión y Distribución en 2019 fueron cercanas a 40,000 millones de pesos, que en su mayoría fueron utilizados para financiar el subsidio a la tarifa residencial. Además, el gobierno aportó 75,185 millones de pesos ese mismo año.

Para 2020, Hacienda había destinado un presupuesto de 70,000 millones de pesos por concepto de subsidios a CFE, pero la pandemia provocó que la empresa ingresara 63,000 millones durante los primeros tres trimestres. El reporte del último trimestre aún no ha sido publicado.