Para el hombre más rico de México, Carlos Slim, el momento que atraviesa el país abre la puerta a la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En conferencia de prensa, el ingeniero expuso que hay dos factores determinantes que hacen ineludible la apertura a estas empresas estratégicas: en el caso de la petrolera dirigida por Víctor Rodríguez Padilla, la problemática se centra en la disminución de la producción de crudo y derivados.
Además, Slim identificó como factor, la fuerte dependencia del gas natural en materia de importaciones, principalmente provenientes de Estados Unidos.
Importamos mucho gas, 80% importamos del consumo, estamos importando petróleo y productos petrolíferos, eso hay que producirlo
señaló Slim.
En el caso de la CFE, el magnate destacó que el auge de la Inteligencia Artificial (IA) y la proliferación de centros de datos están generando una demanda creciente de electricidad, lo cual requiere una respuesta inmediata en infraestructura.
Esa Inteligencia Artificial va a necesitar centrales de datos que requieren mucha energía eléctrica
explicó, poniendo como ejemplo la reciente inversión de Amazon por 6,000 millones de pesos en Querétaro para el desarrollo de centros de datos.
Slim insistió en la importancia de reforzar la red de líneas de transmisión, tanto a través del mantenimiento como con la construcción de nueva infraestructura.
“Hay una gran necesidad de inversión en infraestructura y esa inversión ojalá se pudiera acelerar”, subrayó.
Lakach, una muestra de las carencias en Pemex: Slim
Como ejemplo de la urgencia por invertir en Pemex, Slim mencionó el caso del megacampo de gas natural Lakach, cuyo desarrollo no ha sido posible debido a las limitaciones en infraestructura.
El ingeniero explicó que Pemex cuenta con una tubería que debería ser utilizada para el proyecto, pero actualmente no se tiene claridad sobre su funcionamiento.
Es un proyecto complicado que tiene que ser hecho por grandes técnicos
puntualizó Slim.
Según el empresario, hay muchas complejidades técnicas para avanzar, por ejemplo, que únicamente dos empresas en el mundo tienen la capacidad tecnológica para colaborar en este tipo de proyectos, ya que implica operar a profundidades mayores de 900 metros y manejar tipos específicos de gas.
“No es cualquier cosa, es sacar el gas. Ya se hizo la exploración y hay que ver cómo explotar (…) hay que tener la presión suficiente, el tipo de gases”, añadió.
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