Así ha sido la estrategia fallida de Francois-Henri Pinault para salvar a Kering del declive de Gucci

Así ha sido la estrategia fallida de Francois-Henri Pinault para salvar a Kering del declive de Gucci

Kering, dueña de Gucci y liderada por Francois-Henri Pinault, enfrenta el riesgo de una degradación crediticia.

La ralentización de la demanda en China, la transición hacia el denominado ‘lujo silencioso’ —que se caracteriza por la elegancia discreta, la simplicidad y la alta calidad—, al cual no ha sabido adaptarse, y la competencia de otras marcas de lujo han sido los factores que han llevado a Gucci al declive, lo que a su vez ha arrastrado a su empresa matriz, Kering.

En un intento por evitar un ‘contagio’, el CEO del consorcio, Francois-Henri Pinault, terminó creando otro problema, cuando una serie de adquisiciones acumularon deudas justo cuando la industria del lujo entraba en una recesión prolongada.

La gestión del financiamiento es cada vez más difíciles de gestionar, lo que ha llevado a que las acciones de Kering hayan caído un 60% en los últimos dos años, mientras que las amenazas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han frustrado las esperanzas de un repunte en el sector.

Además, el holding familiar de Pinault que controla Kering y también tiene una participación en la marca deportiva Puma, Artemis, tendrá que devolver alrededor de 500 millones de euros en efectivo a los inversionistas tras cumplirse la fecha límite de un bono convertible, esto después de que las acciones de Puma tuvieran un rendimiento inferior a lo esperado.

Asimismo, Kering debe encontrar la forma de hacerse de miles de millones de euros si pretende comprar la participación restante de la casa de moda Valentino al fondo de lujo Mayhoola, respaldado por la familia real de Qatar, el próximo año.

De acuerdo con dos tenedores de bonos de Kering, que hablaron con Reuters, pero pidieron el anonimato, aunque la compañía está recortando costos y vendiendo participaciones en propiedades, si la situación de la deuda no mejora, podría enfrentar una tercera rebaja de la calificación crediticia en tres años.

Una medida de este tipo obstaculizaría aún más la capacidad del consorcio de revivir a Gucci y competir con grupos como Hermes, Chanel y LVMH, que tienen poca o ninguna deuda y están invirtiendo fuertemente en sus marcas.

Estamos en un momento crítico, porque hay una caída en las ventas, lo que se traducirá en una caída en las ganancias, y al mismo tiempo, los tipos de interés están subiendo. Así que no pueden renegociar su deuda

advirtió Eric Pichet, profesor de economía en la escuela de negocios Kedge en Francia.

El liderazgo de Francois-Henri Pinault

Pinault tomó la batuta de la empresa, la cual fue creada por su padre François, en 2005 y por años pudo disfrutar de años de crecimiento gracias a Gucci y a los diseños ugly-chic de su ex director creativo, Alessandro Michele.

Pero el auge terminó en la pandemia, después de que sus consumidores se cansaron de los diseños de Michele. Ante ello, Pinault buscó diversificarse mediante adquisiciones, incluida una participación del 30% en Valentino, por 1,900 millones de dólares en 2023.

También invirtió en el fabricante de perfumes de alta gama Creed, por 3,500 millones de euros, así como en bienes raíces de primer nivel y en Artemis, una agencia de talentos de Hollywood.

En menos de dos años, Kering ha gastado unos 4,000 millones de euros en propiedades en la Quinta Avenida de Nueva York y en prestigiosas calles comerciales de Milán y París, en donde estuvo dispuesto a pagar primas elevadas para superar las ofertas de sus rivales y evitar que tuvieran acceso a sitios privilegiados.

Sin embargo, la estrategia dejó a la dueña de Yves Saint Laurent y Balenciaga, con una deuda neta de 10,500 millones de euros a finales de 2024 —cuando en 2021 estaba prácticamente en ceros— y en la mitad de su capitalización de mercado. Además, se estima que la deuda en Artemis es aún mayor.

Tras una caída en el flujo de caja libre de casi 30% en 2024, a 1,400 millones de euros, ahora se apresura a vender participaciones en estos edificios, con la esperanza de liberar 2,000 millones de euros en efectivo para 2026, se informó a analistas en febrero pasado.

La situación de Artemis no es la más óptima tampoco. Pinault, de 63 años y quien está casado con la actriz mexicana Salma Hayek, utilizó a su holding familiar para comprar una participación del 53% en la agencia de talentos CAA por 3,500 millones de euros.

La deuda neta de Artemis, que incluye la de Kering, ascendía a 20,200 millones de euros a finales de 2023, más del doble que el año anterior, según los últimos documentos disponibles.

La compra de Valentino

Kering tiene la intención de adquirir completamente Valentino en 2028; sin embargo, las opciones de venta incluidas en el acuerdo podrían obligarla a comprar el 70% restante de la participación ya en mayo de 2026. Esto añadiría 4,000 millones de euros a las necesidades de efectivo de Kering, dependiendo del rendimiento de Valentino.

El consorcio afirmó en abril que las medidas de reducción de costos, incluyendo el cierre de tiendas y los despidos, le permitirían financiar una operación temprana de ser necesario. Además, Mayhoola acogería una participación en Kering como parte de su estrategia de expansión, pero esta opción sólo financiaría una fracción del precio total.

Degradación crediticia para la dueña de Gucci

De acuerdo con S&P, la deuda neta ajustada de Kering se situó en 3.8 veces las ganancias básicas (EBITDA) a finales de 2024, aunque la calificadora no ha hecho comentarios públicos sobre una posible revisión de las calificaciones.

Una de las fuentes de Reuters advirtió que si el ratio de apalancamiento de Kering supera en cuatro veces las ganancias básicas, ese sería un factor clave para una degradación de su calidad crediticia. Los analistas de UBS han estimado que podría alcanzar 4.1 veces a finales de 2025.

Con información de Reuters

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