Grupo Aeroméxico, operador de la mayor aerolínea mexicana, solicitó el desembolso final del segundo tramo de un financiamiento preferencial de hasta por 1,000 millones de dólares, en medio de su proceso de reestructura bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

La aerolínea explicó en un comunicado que, tras haberse hecho un pago inicial del segundo tramo por 175 millones de dólares, se cumplieron todas las condiciones del fondo Apollo Global Management para solicitar el desembolso restante del crédito, de 675 millones de dólares.

El fondeo del desembolso final es un paso importante en el proceso de reestructura de Aeroméxico que proporcionará liquidez para cumplir con nuestras obligaciones en el curso ordinario del negocio, de manera oportuna y ordenada, y nos dará la flexibilidad para continuar nuestro proceso de reestructura con el objetivo de salir fortalecidos del mismo

dijo Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico

En el primer tramo, la aerolínea recibió 100 millones de dólares, mientras que el resto fue solicitado después, junto con el pago inicial del segundo tramo, con lo que a la fecha, la aerolínea obtuvo un total de 275 millones de dólares.

Para acceder a los 675 millones de dólares restantes, correspondientes al segundo tramo de 800 millones de dólares, Aeroméxico hizo ajustes en materia de costos laborales, lo que derivó en complicadas negociaciones con los sindicatos de pilotos y sobrecargos.

A finales de enero, la compañía logró un acuerdo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), que terminó por aceptar reducciones por 350 millones de dólares sobre los contratos colectivos de Aeroméxico y Aeroméxico Connect por los siguientes cuatro años.

Además, la disminución salarial para pilotos de entre 5% y 15%; el despido de 79 pilotos y 40 permisos sin goce de sueldo, reducción de viáticos, hospedaje y eliminación de prestaciones como uniformes y maletas.

El segundo tramo del financiamiento, conocido como DIP Financing, puede convertirse en acciones de la empresa una vez reestructurada, a opción del acreedor y sujeto a ciertas condiciones y a las aprobaciones corporativas y regulatorias necesarias, por lo que la asamblea de accionistas deberá aceptar un aumento en el capital social.

Después del correspondiente aumento de capital, los actuales accionistas se diluirán casi por completo, de modo que su participación accionaria restante probablemente sea mínima (si la hubiera), en el entendido de que los accionistas (distintos de los que han acordado no ejercer derechos de preferencia conforme a lo que acordaron en el Convenio de Apoyo de los Accionistas (Shareholder SupportAgreement) podrán ejercer sus derechos de preferencia sujeto a varias condiciones aún por determinarse

señaló Aeroméxico

La aerolínea no precisó si el último desembolso ya fue aprobado por la Corte de distrito de Nueva York, donde lleva su proceso de reestructura financiera, que inició el 30 de junio de 2020.

La pandemia de COVID-19 afectó el tráfico aéreo internacional, ante las limitaciones a los viajes para evitar contagios, situación que agudizó la crisis por la que ya atravesaba Aeroméxico.

El año pasado, Aeroméxico registró una pérdida neta de 42,529 millones de pesos, de acuerdo con su reporte financiero presentado esta semana, con lo que ligó cuatro años con pérdidas anuales.

Desde el inicio de su proceso de reestructuración, el precio de sus acciones ha sido volátil y puede disminuir en el futuro, lo que implica riesgos sustanciales a los compradores, dijo Aeroméxico en el documento enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

Desde enero de 2020, previo a la irrupción de la pandemia, las acciones de Aeroméxico acumulan una caída de 59% y este viernes cotizan en un precio de 6.44 pesos, de acuerdo con datos de Investing.com.

Con información de Reuters