Los principales índices de Wall Street cerraron mixtos este viernes, pero registraron su caída semanal más profunda desde la crisis financiera mundial de 2008, debido a los crecientes temores por la propagación del coronavirus.

Respecto al viernes de la semana pasada, el Dow Jones perdió 12.36%, el S&P 500 bajó 12.65% y el Nasdaq cedió 10.54%.

En su comparación frente a ayer, el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 1.39%, a 25,409.36 unidades, y el S&P 500 bajó 0.82%, a 2,954.22 puntos. En contraste, el Nasdaq logró una ligera alza de 0.01%, a 8,567.37 unidades.

En la sesión del jueves, los tres índices entraron a territorio de corrección y el S&P 500 y el Nasdaq registraron su mayor caída diaria desde 2011. 

Este viernes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que la economía de Estados Unidos se mantiene fuerte, sin embargo, el banco central actuará como sea necesario ante el riesgo que significa el coronavirus, lo que impulsó ligeramente a los índices.

Durante la semana, los inversionistas se han apresurado a vender acciones, en línea con una creciente aversión al riesgo a escala mundial, ante los temores sobre el impacto del coronavirus, que se expande más rápido de lo previsto y ya está presente en los cinco continentes.

La Organización Mundial de la Salud elevó de “alta” a “muy alta” la amenaza por el brote a nivel mundial. La epidemia ya ha contagiado a 79,000 personas en China y a cerca de 4,350 en el resto del mundo.

Seis nuevos países han confirmado casos de contagio, entre ellos México, Nigeria y Nueva Zelanda. La OMS ha señalado a Irán e Italia como países exportadores de nuevos casos, aunque considera que todavía se puede frenar la epidemia si se 

Goldman Sachs advirtió el jueves que las ganancias de las empresas no crecerán en 2020 a causa de los impactos de la diseminación del virus que en los últimos días se extendió a Latinoamérica.

Además, Bank of America recortó sus estimaciones del crecimiento de la economía global por debajo de 3%, mientras que los gobiernos de China y Estados Unidos se preparan para una posible desaceleración económica.

Los inversionistas, que en el transcurso de las primeras semanas de febrero se mostraron optimistas a pesar de la propagación del coronavirus, también se han refugiado en activos como el oro.

“Es casi imposible para los inversionistas y analistas hacer predicciones razonables sobre lo que podría suceder, estamos volando con los ojos cubiertos”, dijo el economista de Commerzbank Peter Dixon al Wall Street Journal.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nombró al vicepresidente Mike Pence como encargado de enfrentar el brote, lo que suscitó reacciones negativas del Partido Demócrata.

El gobierno de EU contempla destinar alrededor de 2,500 millones de dólares para combatir el virus, después de que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), alertó sobre el caso de una mujer que se contagió a pesar de que no viajó recientemente o mantuvo contacto con algún infectado.