Ante la incertidumbre que abrió Crédito Real sobre el sector de instituciones financieras no bancarias, Unifin se declaró incapaz de cumplir con los pagos a sus acreedores, entre los que se encuentran casi una veintena de bancos nacionales y extranjeros.

Según su reporte correspondiente al segundo trimestre de este año, la deuda de Unifin asciende a 79,355 millones de pesos, un aumento de 13.5% respecto a los 69,908 millones que debía en el mismo periodo de 2021.

Del total, 40,927 millones de pesos corresponden a la emisión de notas internacionales; 20,910 millones a financiamiento obtenido mediante la banca, y 17,355 millones a bursatilizaciones.

Si se excluyen intereses acumulados y cargos diferidos los pasivos financieros son por un total de 78,939 millones de pesos, de acuerdo con su reporte.

Unifin puso en alerta al mercado debido a que sus acciones fueron suspendidas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el lunes. Horas después, la compañía avisó a los inversionistas que, debido al entorno complejo que atraviesa el sector y el acceso limitado a financiamiento, dejará de pagar intereses y capital de su deuda, salvo obligaciones bajo estructuras de bursatilización privadas.

Bancos expuestos a CREAL, ahora con Unifin

Al cierre de junio de este año, 13.7% de la deuda de Unifin corresponde a líneas de crédito revolventes y 12.8% a créditos con vencimiento de bancos locales e internacionales, algunos de los cuales también están expuestos a los incumplimientos de Crédito Real.

Entre estos bancos se encuentran Nacional Financiera (Nafin), Scotiabank, Santander y Blue Orchard, con información del reporte anual de Unifin a diciembre de 2021.

De hecho, a esa fecha eran 18 instituciones financieras con las que Unifin tenía compromisos entre 2021 y 2030, de los cuales el monto más elevado corresponde a un préstamo de Bladex por 1,795.12 millones de dólares que vence en agosto de 2024.

Otros bancos nacionales que tienen líneas de crédito vigentes con Unifin son Banco Azteca del empresario Ricardo Salinas Pliego, así como Banamex y dos entidades de la banca de desarrollo, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras).

Jorge Sánchez Tello, director de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), considera que, si bien es incierto que otras instituciones financieras no bancarias puedan correr con la misma suerte que Unifin, la banca tradicional no está en riesgo.

La exposición que pueden tener los bancos solo afecta a algunos y el impacto es mínimo. Se tiene un sistema financiero fuerte, sólido y sobre todo bien capitalizado, así que los problemas que tienen algunas sofomes no va a provocar una crisis bancaria

dijo en entrevista.

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La tormenta se anticipaba

Dos eventos anteceden a la ahora conocida falta de liquidez de Unifin para cumplir con sus obligaciones: En 2021, AlphaCredit dio a conocer inconsistencias en estados financieros pasados y entró a concurso mercantil en abril de este año.

Luego, desde principios de este año, Crédito Real cayó en default y ahora la prestamista mexicana busca acogerse a un proceso simultáneo de reestructura en México y Estados Unidos.

Aunque en su momento la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aseguró que estos casos no abren un ‘efecto de cascada’ en el sector, las empresas se han topado con las dudas de los inversionistas y acreedores, lo que afecta su capacidad de financiamiento.

En mayo, el presidente del consejo de administración de Grupo Mega una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple Guillermo Romo, advirtió en entrevista con EL CEO que ante la incertidumbre se ha cerrado el acceso a fondeo nacional e internacional.

Sin embargo, Enrique Presburger, presidente de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom), descartó en febrero que el sector esté en riesgo, pues a su consideración los impagos de Crédito Real son reflejo del deterioro de su negocio por el impacto de la pandemia y la desaceleración del crecimiento económico.

Aun así, quedan dudas sobre el próximo paso de Unifin, que ya trabaja en estrategias para incrementar sus fuentes de financiamiento bajo la asesoría de siete firmas. En un reporte reciente, Barclays anticipó que, a pesar de un sólido crecimiento de las utilidades de Unifin, el nivel de endeudamiento es preocupante.

Mientras que el saldo de caja aumentó en 1,200 millones de pesos y la cartera creció a 1,400 millones, su monto estuvo significativamente por debajo de los 3,900 millones secuenciales del incremento de la deuda

explicaron en la nota los analistas Gilberto García y Manuel Parra.

Unifin ya es la empresa más castigada en la BMV

El martes, las acciones de Unifin cayeron casi 90% y cerraron en un mínimo histórico de 1.46 pesos, una jornada ‘roja’ no vista desde que la compañía debutó en la bolsa en mayo de 2015.

Con ello, Unifin es ahora la empresa más castigada entre las 136 listadas en la BMV durante 2022, con una caída de 96.1%, seguida por Crédito Real (cuyas acciones están suspendidas desde junio), Axtel, Sports World y Volaris.

Ahora, el valor de las acciones de Unifin se acerca a cero mientras inversionistas y acreedores tienen más certeza de cómo enfrentará su proceso de reestructura.

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