A medida que Elon Musk gana poder político de la mano de Donald Trump, las empresas del hombre más rico del mundo ven los beneficios: Tesla, fabricante de vehículos eléctricos, cotiza en máximos de más de dos años en la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Las acciones de Tesla tocaron un precio intradía de 375.35 dólares este jueves, el nivel más alto desde abril de 2022. Desde que el republicano ganó las elecciones en Estados Unidos el pasado 5 de noviembre, el valor de mercado de la compañía ha incrementado 50%.
El repunte de Tesla en Wall Street coincide con el rally del bitcoin, que superó por primera vez la marca de los 100,000 dólares, después de que Trump dijo que nominará a Paul Atkins, un defensor de las criptomonedas, para dirigir la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés).
Elon Musk, un importante aliado de Trump, también es partidario de las criptomonedas, y Tesla contabiliza inversiones en bitcoin con un valor de aproximadamente 12,000 millones de dólares.
Tesla ocupa el octavo lugar entre las 10 empresas más valiosas del mundo, con una capitalización que asciende a 1.18 billones de dólares, de acuerdo con estimaciones de CompaniesMarketcap.
Tesla impulsa la fortuna de Musk
En lo que va de 2024, Elon Musk es el empresario que más ha visto crecer su fortuna, que ha incrementado en 124,000 millones de dólares, principalmente por el alza de las acciones de Tesla en la bolsa de valores.
Actualmente, el patrimonio de Musk asciende a 353,000 millones de dólares, de acuerdo con el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Los analistas de Wall Street atribuyen dicho aumento a la cercanía de Musk con el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien nombró al empresario para encabezar el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Musk, el empresario-político
Este jueves, Musk y el excandidato presidencial Vivek Ramaswamy se reunieron el jueves con legisladores republicanos para solicitar apoyo en los recortes de gasto que les ha pedido el presidente electo Donald Trump.
Los dos empresarios han sido nombrados por Trump para formar parte de un grupo de trabajo que pretende llevar a cabo una profunda revisión del Gobierno estadounidense, que gastó 6.8 billones de dólares en el último año fiscal.
Musk se ha fijado un objetivo de ahorro de 2 billones de dólares, pero no ha dicho si se conseguirá en un año o un periodo más largo.
Los dos jefes del Departamento de Eficiencia Gubernamental han pedido que se despida a miles de trabajadores federales, se recorten normativas y se eliminen programas cuya autorización ha expirado, como la asistencia sanitaria a los veteranos.
El siguiente año los republicanos controlarán ambas cámaras del Congreso y la Casa Blanca, pero podrían tener dificultades para conseguir reducciones significativas. Si bien los legisladores aprueban cada año unos 1.7 billones de dólares en programas de defensa y nacionales, la mayor parte del gasto federal consiste en programas de sanidad, pensiones y otras prestaciones que quedan fuera del proceso presupuestario anual.
Por otra parte, los legisladores no tienen control sobre los pagos de intereses, que se prevé que superen el billón de dólares este año fiscal.
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