Atraídos por su nombre, Squid, la criptomoneda inspirada en la popular serie de Netflix ‘El juego del calamar’ (‘Squid Game’), llevó a que algunos inversionistas particulares desembolsaran millones de dólares en el activo, pero tras su efímera popularidad, el precio se derrumbó por completo.
Anunciado hace dos semanas, el lanzamiento de esta criptomoneda ocurrió el 21 de octubre, y durante esa semana, Squid disparó su precio en 5,050%, según datos de CoinMarketCap.
Sin embargo, para promocionarla, sus creadores utilizaron sin autorización las imágenes de ‘El juego del calamar’, una polémica serie surcoreana que se convirtió en el programa más visto de la plataforma Netflix.
El valor del token, cuya sigla era SQUID, tuvo un rápido y exponencial crecimiento: de 0.7 dólares al momento de su lanzamiento a hasta 2,856 dólares el lunes, según el sitio especializado CoinMarketCap.
Pero el precio de SQUID bajó tan rápido como subió y el martes su valor se hundió a 0.003 dólares, de acuerdo con datos de Investing.com
En una nota publicada en su sitio, CoinMarketCap indicó que algunos compradores de SQUID afirmaron que no pueden venderlo ni convertirlo en otra moneda numérica o a dólares.
Varios sitios especializados publicaron informes de transacciones que parecen mostrar que los creadores de esta criptomoneda pudieron, en cambio, convertir entre 2.5 millones y 3.5 millones de dólares en SQUID a otras monedas.
Los retiros masivos hicieron caer el valor de la nueva cripto, y los inversionistas se quedaron con una activo prácticamente sin valor.
Esta práctica conocida como “Rug Pull” (quitar la alfombra bajo los pies de los inversionistas), está muy extendida en el mundo de las monedas virtuales. Hasta el momento no ha sido objeto de persecución judicial.
El sitio del proyecto quedó fuera de línea y las cuentas abiertas en redes sociales por los organizadores, en las que circuló muy poca información, fueron cerradas.
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