Super Micro Computer enfrenta un momento crítico tras la renuncia de su auditor Ernst & Young y una caída del 75% en sus acciones desde marzo. El fabricante de chips, que inició el año como una de las empresas más prometedoras en inteligencia artificial, ahora podría ser excluida del S&P 500 y del Nasdaq Composite. 

La dimisión de Ernest & Young se debió a preocupaciones sobre los estándares éticos de la compañía con sede en California, un golpe adicional tras investigaciones regulatorias y un informe negativo de vendedores en corto.

El incumplimiento de Super Micro con la presentación de su informe anual antes de agosto ya ponía en riesgo su permanencia en el Nasdaq. Ahora, la renuncia del auditor complica sus posibilidades de cumplir con las normas de transparencia en el tiempo requerido, lo cual podría llevar a su salida definitiva de la bolsa en febrero de 2025 si no logra presentar un plan de cumplimiento efectivo.

Super Micro enfrenta presión de los inversionistas

En el caso de que Super Micro sea excluida del Nasdaq, su salida del S&P 500 sería casi inevitable, lo que obligaría a los fondos indexados a vender sus acciones, incrementando la presión sobre el precio. 

Esto no solo afectaría su estabilidad financiera, sino también la confianza de sus clientes en su capacidad para operar sin interrupciones. El desplome de sus títulos refleja la incertidumbre entre los inversionistas, quienes temen que la empresa no pueda recuperarse de la crisis de auditoría y gobernanza que enfrenta.

Incluso si logra encontrar un nuevo auditor, el tiempo para resolver estos problemas y entregar su informe anual en un plazo adecuado es limitado, lo que podría llevar a que sus informes financieros previos necesiten reformulaciones. Esto no solo complicaría su situación financiera sino que también podría disuadir a futuros clientes.

Con información de Bloomberg

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