En el contexto de la implementación de la estrategia que establece un precio máximo de 24 pesos por litro para la gasolina regular, el gobierno mexicano identificó un creciente mercado negro de tractocamiones de combustibles en las zonas fronterizas del norte de México.
Esto ocurre a pesar de que en dicha región los precios del combustible son considerablemente más bajos en comparación con el resto del país, debido al decreto de zona libre.
En entrevista con medios de comunicación, el nuevo titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), Rafael Marín Mollinedo, dijo que encontraron este mercado en las aduanas de los estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos.
Según Marín Mollinedo, las autoridades aduaneras han realizado decomisos significativos en la zona, con más de 50 pipas de gasolina incautadas desde que llegó a la ANAM.
“Se han decomisado más de 50 pipas, muchos valores en cheques”, señaló el funcionario.
Además de los decomisos de combustibles, en estas operaciones también se han confiscado armas, dinero en efectivo y documentos que aparentemente están relacionados con actividades ilegales.
Preocupa el mercado negro de gasolina
El mercado negro de combustibles en todo el país ha generado serias preocupaciones dentro de la industria, especialmente en lo que respecta a los riesgos asociados con la venta de combustibles fuera de los canales legales.
Durante la discusión de implementar un tope de costo a la gasolina regular, la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) señaló que la presencia de combustibles que no cumplen con las normativas, y que provienen de fuentes no verificadas, crea distorsiones significativas en el mercado.
Fotoarte: Andrea VelázquezEstos combustibles de origen desconocido no solo eluden el control regulatorio, sino que también exponen a los consumidores a productos de baja calidad, lo que puede tener consecuencias graves tanto para la seguridad como para la economía.
La Onexpo advirtió que al no cumplir con los estándares regulatorios, los combustibles no solo son un peligro para la seguridad del transporte, sino que también pueden afectar el funcionamiento de motores y maquinaria, y generar costos adicionales para consumidores y empresas que operan dentro del marco legal.
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