Al cierre de diciembre, el gobierno de México alcanzó un monto histórico en la emisión de deuda de Bonos M (instrumentos mediante los cuales la Secretaría de Hacienda obtiene financiamiento de inversionistas), con más de 4.7 billones de pesos colocados.
Sin embargo, la tenencia de los inversionistas extranjeros en este tipo instrumentos de renta fija gubernamental mexicana arrastra una tendencia negativa en los últimos años, señal de la desconfianza.
Para muestra, dicha tenencia ha caído más de 50% desde sus máximos históricos.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), al corte del 31 de diciembre de 2024, había 4 billones 717,179 millones de pesos colocados exclusivamente en Bonos M, la cantidad más alta para un cierre mensual desde que fueron emitidos por el gobierno por primera vez en el año 2000.
Además, los bonos pagan de las tasas más altas de los últimos 20 años, lo que implica un mayor costo para el gobierno en el pago de los premios a los inversionistas.
Por ejemplo, la última colocación del año pasado para estos instrumentos con vencimiento a 10 años se subastó con un rendimiento de 10.43%, un nivel no visto desde el 31 de marzo de 2006, cuando se pagó una tasa de 10.47%, según datos del banco central.
México necesita contratar más deuda
De acuerdo con el vicepresidente y codirector de Inversiones en Franklin Templeton México, Luis Gonzali, el monto histórico emitido en bonos obedece a la necesidad de endeudamiento del gobierno de México, en el marco de un alto déficit fiscal y las necesidades de gastos.
Tener un déficit presupuestario tan alto implica que siga aumentando la circulación de la deuda gubernamental. Y seguramente va a seguir creciendo, por lo menos en términos nominales
dijo el analista.
Otros instrumentos también están cerca de niveles históricos de emisión, como los Cetes (con 2.11 billones de pesos) o los Udibonos (que acumulan 2.78 billones de pesos en el mercado de deuda).
Más bonos, pero los extranjeros no los quieren
A pesar de los históricos montos de deuda emitida en Bonos M, menos extranjeros deciden incluir instrumentos gubernamentales en sus portafolios.
Al cierre del 31 de diciembre, 1 billón 432,255 millones de pesos estaban en manos de este tipo de inversionistas, equivalente al 30.36% del total de la tenencia en papeles que emite el gobierno federal, entre los que están los Cetes o Udibonos.
La tenencia extranjera de Bonos M se ha desplomado 54.22% desde sus máximos históricos en febrero de 2017, cuando el 66.31% del total colocado estaba en manos de inversionistas foráneos. De acuerdo con el socio director de Integralia, Carlos Ramírez, el ‘éxodo’ se agudizó ante eventos como la contingencia sanitaria y el deterioro de la confianza de los mercados internacionales en México.
La tendencia es irreversible hacia una menor participación de tenedores extranjeros; hay ciertos factores externos que podrían explicarlo, pero sorprende considerando lo atractivas que son las tasas en México. Con estos niveles, no puede haber otra explicación más que un fenómeno de pérdida de confianza hacia México en los mercados internacionales
dijo el analista.
Entonces, ¿quién compra la deuda mexicana?
Si bien los inversionistas extranjeros se mantienen al margen de la deuda gubernamental, los montos récord de emisiones se explican gracias al respaldo de otros inversionistas, especialmente de las Afores, instituciones que también presentan máximos históricos en tenencia de instrumentos en sus portafolios.
Las diferentes Siefores (las sociedades a través de las cuales invierten las Afores) tienen 3 billones 809,235 millones de pesos invertidos en todos los diferentes instrumentos de deuda gubernamental, incluyendo Bonos M y Udibonos.
Se trata de la cifra más alta desde el comienzo de los registros mixtos de Banxico en el 2000.
Al respecto, Ramírez, el socio director de Integralia y expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), menciona que las Afores han permitido que el proceso de salida de los inversionistas extranjeros no sea disruptivo, lo que también cooperó a que México construyera su propio mercado local de deuda.
En tanto, el especialista de Franklin Templeton puntualizó que existe un ligero repunte en el porcentaje de tenencia extranjera al cierre de 2024, que podría traducirse como un mayor apetito de los inversionistas por deuda del gobierno mexicano, ante un tipo de cambio estabilizado en torno a los 20 pesos por dólar.
Mercado electrónico de bonos propone dinamizar el mercado
Dentro de los propósitos de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), se encuentra crear un mercado electrónico de bonos que ayude a dinamizar el mercado local. El pasado 20 de diciembre, la institución recibió el visto bueno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y de Banxico para compensar y liquidar estos instrumentos, lo que sienta un precedente hacia su creación.
Al respecto, ambos especialistas coincidieron en que se trataría de una alternativa que ayudará a dar mayor profundidad al mercado, mayor liquidez y el acceso al público en general.
En una primera etapa, la BMV se enfocará en la compensación y liquidación de bonos Bonos M. Posteriormente, iniciará el proceso para incorporar a los bancos y casas de bolsa como socios liquidadores para este nuevo servicio.
Finalmente, se buscaría incluir otros instrumentos de deuda y operaciones de reporto.
Fuentes cercanas a las autorizaciones dijeron a EL CEO que dicho plan, precisamente ha sido impulsado desde la Secretaría de Hacienda a cargo de Rogelio Ramírez de la O, para revertir la caída de la participación de los inversionistas extranjeros en los Bonos M.
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