En una jornada marcada por la volatilidad, el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 cerraron en máximo histórico por quinta jornada consecutiva, pese a que una serie de indicadores de China mostraron una inesperada desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía.
Al cierre de Wall Street, el Dow Jones avanzó 0.31%, para terminar en 35,625.40 unidades, y el S&P 500 sumó 0.26%, a 4,479.71 puntos. En contraste, el Nasdaq Composite cayó 0.20%, para ubicarse en 14,793.76 unidades.
Los episodios de volatilidad en Wall Street se dieron tras una sesión negativa en Asia, donde las bolsas de Hong Kong y Japón perdieron más de 1%, mientras que los papeles destacados de China bajaron 0.10%.
En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores cayó 0.21%, a 51,384.91 puntos, arrastrado por las acciones de Becle, Grupo México y Banco del Bajío.
La ola de aversión por el riesgo se vio reflejada en las operaciones europeas. El índice STOXX 600 cortó una racha de 10 jornadas cerrando en máximo histórico, la más larga desde 1990, mientras que las bolsas de Londres, mientras que las plazas bursátiles de Fráncfort, París y Madrid también retrocedieron.
Las cifras correspondientes a julio de ventas minoristas, producción industrial e inversión urbana de China quedaron por debajo de las expectativas de analistas, debido al aumento de contagios de COVID-19 y las inundaciones que han afectado la demanda en la segunda mayor economía del mundo.
A lo largo de la semana pasada, los índices globales alcanzaron niveles récord impulsados por sólidos reportes corporativos y a pesar de las crecientes preocupaciones sobre el impacto de la propagación de la variante delta en la actividad empresarial.
Hasta el momento, 87% de las compañías del S&P 500 que presentaron sus resultados del segundo trimestre superaron los pronósticos de ganancias, según FactSet, el porcentaje más alto desde 2008, cuando inició el registro de esta métrica.
Los inversionistas ahora centran su atención en los próximos movimientos de la Reserva Federal (Fed), pues se espera que el banco central anuncie tan pronto como en septiembre el comienzo de la reducción del programa de recompra de bonos, que ha inyectado liquidez a los mercados desde el inicio de la pandemia.
En el mercado de bonos, los rendimientos de la deuda gubernamental a 10 años cayeron a 1.26%. Los retornos se mueven en dirección contraria a los precios de los bonos.
Mientras que los precios del petróleo bajaron debido a que el estancamiento de la actividad económica de China afectó la refinación de crudo en el país.