Existen cuatro indicadores que proyectan si una economía está cerca o no de entrar en recesión y, de momento, ninguno apunta a que Estados Unidos se encuentra cerca de una contracción.

Los componentes del Producto Interno Bruto (inversión, consumo privado, gastos de gobierno y balanza comercial), el inicio de casas, la confianza del consumidor y los diferenciales entre los rendimientos de corto y largo plazo aún muestran datos positivos, dijo Lizzette Guerrero, analista de Bloomberg, al participar en las perspectivas económicas 2019 de CM Derivados, este jueves.

La última vez que la principal economía del mundo se contrajo fue a finales del 2008; en el tercer trimestre de ese año su economía retrocedió 0.3% y marcó el inicio de la Gran Recesión, aderezada con la quiebra de varias instituciones financieras. Para el 2009, el PIB de Estados Unidos se contrajo 1.73%.

Pese a que los indicadores se mantienen positivos, la incertidumbre nubla el panorama. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como algunas políticas que ha adoptado el presidente Donald Trump (como la declaración de emergencia para obtener recursos para construir el muro fronterizo) son factores de presión.

“¿Por qué todos hablan de recesión? Todos quieren predecir al siguiente cisne negro en las inversiones”, comentó Guerrero.

En la parte local, uno de los temas que más atrae la atención de los analistas es la baja en la calificación de Pemex y, si puede o no, perder el grado de inversión.

A finales de enero, Fitch Ratings recortó la calificación de Pemex debido al continuo deterioro del perfil crediticio de la empresa; ubicó su nota en BBB- y está en el último grado de inversión.

Los bonos de Pemex pagan más rendimientos que algunas petroleras sin grado de inversión

Con información de Mario Calixto.