Los estrategas de Goldman Sachs han señalado el fin de una década dorada para el índice S&P 500, al advertir que es improbable que las acciones estadounidenses mantengan el rendimiento superior de los últimos diez años. Ante un entorno económico cambiante, los inversionistas podrían optar por activos alternativos, como los bonos, en busca de mejores rendimientos.
Según un análisis liderado por David Kostin, el S&P 500 podría ofrecer una rentabilidad total nominal anualizada de apenas el 3% en la próxima década, un descenso significativo en comparación con el 13% registrado en la última década y por debajo del promedio histórico del 11%.
Además, Goldman Sachs también ve una probabilidad de aproximadamente el 72% de que el indicador se quede por detrás de los bonos del Tesoro, y un 33% de que ni siquiera supere la inflación hasta 2034.
Los inversionistas deberían estar preparados para rendimientos de acciones durante la próxima década que se encuentren en el extremo inferior de su distribución de rendimiento típica
señalaron los analistas de Goldman Sachs.
S&P 500, dependiente de los gigantes tecnológicos
Durante los últimos 10 años, las acciones estadounidenses, y en particular el S&P 500, han repuntado con fuerza gracias a los tipos de interés históricamente bajos y el crecimiento económico resiliente. De hecho, el índice ha superado a la mayoría de los mercados globales en ocho de los últimos diez años.
Sin embargo, el crecimiento de dicho índice en 2023 ha estado impulsado en gran medida por un pequeño grupo de gigantes tecnológicos, lo que ha generado preocupaciones sobre la concentración de los rendimientos.
El equipo dirigido por David Kostin espera que los retornos se amplíen y que el S&P 500, con ponderación igualitaria, supere al índice de referencia ponderado por capitalización de mercado en la próxima década.
A pesar de este panorama menos favorable, los inversionistas aún esperan que las acciones estadounidenses continúen su rally hasta finales de 2024, según una encuesta de Bloomberg. La solidez de los resultados corporativos será clave para el desempeño del mercado, más allá de los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos o las políticas de la Reserva Federal (Fed).
Con información de Bloomberg
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