Las historias de terror no solo se cuentan en películas. En el mundo de los mercados financieros, se pueden vivir momentos de pánico en cuestión de segundos solo por una mala decisión o un acontecimiento inesperado.

Para las personas que operan a diario en la bolsa de valores, un mal día puede significar costosas pérdidas para sus carteras  de inversión y las de sus clientes, a quienes deben rendir cuentas.

Tres inversionistas relataron a EL CEO los momentos más tenebrosos que vivieron y los efectos secundarios que dejaron; pero lo más importante ¿se aprendió la lección?

16 de marzo de 2020, un día ‘sangriento’

Los entrevistados recuerdan como uno de los peores días de sus carreras el 16 de marzo de 2020, cuando el temor a la pandemia de COVID-19 tiró a los mercados financieros a nivel global. Ese día, el S&P 500 tuvo su caída más profunda desde los años de la Gran Depresión.

Era un ambiente muy enrarecido, con mucha incertidumbre. Recuerdo a compañeros muy nerviosos, inversionistas que llamaban, los teléfonos sonaban mucho más de lo normal

contó Édgar Arenas, asesor patrimonial y autor del libro “Invirtiendo y Entendiendo”.

Un caso similar es el que vivió Iván Santiago, CEO de BlackBull Advisors. Como sacado de una producción de Hollywood, sus oficinas, con sede en la ciudad de Puebla, se convirtieron en una especie de consultorio de terapias para tratar de calmar a sus clientes.

Nosotros nos dividimos el trabajo entre calmar gente y buscar cómo ir rescatando la cartera, administrar la liquidez y las posiciones lo mejor posible sin vender en pánico, porque puedes cometer el error de deshacerte de algo sin fundamento

relató.

Las bolsas de valores de todo el mundo fueron suspendidas por varios momentos a lo largo de marzo de 2020 para evitar más pérdidas, pero una vez que las operaciones se reactivaban, las acciones continuaban en declive.

De hecho, en algunas sesiones las transacciones no se volvieron a reactivar hasta el día siguiente, un acontecimiento que no sucedía desde que estalló la crisis subprime en 2008 con la quiebra de Lehman Brothers.

Vi pérdidas fuertes de capital por las crisis emocionales de los inversionistas porque no se tenía controlada la gestión del riesgo

dijo Humberto Calzada, economista en jefe en Rankia Latinoamérica.

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Tragos amargos

Un día que parecía normal en febrero de 2015 se convirtió en una pesadilla para los inversionistas de Genomma Lab. En una sola jornada, la compañía borró casi 1,000 millones de dólares de su valor luego de que contra todo pronóstico reportó una caída de 44% de sus ingresos.

La acción se cayó 40% o 50% en días, yo tenía una posición importante en la empresa y me tomó bastante tiempo recuperarme, tuve que materializar la pérdida y moverlo a otros activos

recuerda Iván Santiago.

Ser operador de bolsa no es fácil y requiere de un seguimiento y análisis constante de los valores donde se deposita el dinero, pero incluso el inversionista más experimentado no está exento de malas decisiones.

Empresas que en algún momento prometían mucho como la viviendera Sare o ICA, dedicada a la construcción, están suspendidas desde hace varios años en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y Édgar Arenas es uno de los afectados.

Tenía acciones de algunos inversionistas y en el portafolio propio, pero ya no las puedo vender. También fueron casos de terror

dijo el asesor financiero.

Ambas compañías comenzaron a presentar problemas financieros y dejaron de enviar sus reportes, por lo que fueron suspendidas y los inversionistas que tienen posiciones siguen sin poder deshacerse de las acciones a la fecha.

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Un fondo mexicano vive una película de terror

No solo las empresas mexicanas atraviesan momentos difíciles. Con la pandemia, compañías como Peloton repuntaron en bolsa debido a que sus modelos de negocio se beneficiaron con el confinamiento.

Pero la historia para Peloton, que fabrica equipos para hacer ejercicio en casa, cambió de la noche a la mañana. Este año, sus acciones tocaron un mínimo histórico y recientemente reportó una pérdida neta de 1,200 millones de dólares.

La caída de Peloton puso en jaque a un fondo de inversión mexicano, contó Humberto Calzada, cuyo valor ha disminuido de forma considerable por la exposición a la empresa.

Otro fondo mexicano con inversiones en acciones chinas también atraviesa por momentos complicados por las caídas de este año de las bolsas asiáticas, relató el economista de Rankia.

Los episodios de terror son comunes en los mercados financieros, pero los inversionistas entrevistados aprendieron la lección. Paciencia, prudencia y estrategia son las claves para sobrevivir a las caídas en los momentos más difíciles

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