El tipo de cambio en niveles de más de 19.70 pesos por dólar afecta, principalmente, a las empresas importadoras y a quienes contrataron deuda en la divisa estadounidense. No obstante, el impacto por la depreciación del peso podría llegar hasta a los bolsillos de las ‘personas comunes’.
De acuerdo con el subdirector de análisis económico en Banco Base, James Salazar, las afectaciones por un tipo de cambio alto afectarían hasta a los consumidores. Esto debido a que las compañías que sufren con la depreciación del peso mexicano eventualmente trasladan las alzas y se reflejan en los precios finales.
El traspaso se da porque podría haber alzas en los precios de los insumos o maquinaria que se utiliza para producir los bienes y servicios que son consumidos localmente. La depreciación podría provocar incrementos en ellos y generar presiones inflacionarias
dijo el especialista.
De acuerdo con analistas de BBVA, la paridad podría llegar a los 20 pesos mexicanos por dólar, para luego cerrar el año en torno a las 19 unidades. Esto debido a factores de riesgo como las reformas, las elecciones estadounidense y cambios en política monetaria.
Los ‘ganadores’ por un peso mexicano débil
Analistas consultados por EL CEO coinciden en que los principales sectores beneficiados por un peso mexicano débil –y un tipo de cambio más alto– son aquellas empresas que se dedican a actividades de exportación.
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) muestra que las principales exportaciones –no petroleras– del país provienen del sector manufacturero, mismo que generó 49,744.6 millones de dólares en julio. En tanto que las actividades agropecuarias son las segundas más importantes, con 1,754 mdd obtenidos.
Salazar también apuntó que otro sector beneficiado con un tipo de cambio elevado es el turístico, pues percibe ingresos en dólares americanos. Y, en el mismo sentido, las personas que reciben remesas pueden obtener ingresos más altos al realizar la conversión.
¿A quiénes beneficia un tipo de cambio con niveles bajos?
Por el contrario, hay sectores que obtienen mayores ganancias en caso de que el tipo de cambio permanezca en niveles bajos y, por consiguiente, el peso mexicano se aprecie. Estos son los importadores, quienes tendrían que pagar costos más altos para traer los insumos necesarios para sus actividades sin una moneda fuerte.
El INEGI muestra que las principales importaciones no petroleras del país son bienes intermedios, los cuales acumularon 41,659 millones de dólares en julio. Se trata de materiales que se utilizan durante el proceso productivo, como los commodities y piezas para elaboración de artículos variados. En tanto, las importaciones de bienes de consumo se encuentran en segunda posición, con 7,987.4 mdd.
Un dólar más barato también beneficia a aquellas compañías o individuos que tienen contratados instrumentos de deuda denominada en la divisa extranjera, pues los costos disminuyen.
La volatilidad no beneficia a nadie
De acuerdo con la directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, aunque un tipo de cambio alto podría beneficiar a los exportadores, esto no sucede cuando se da en episodios de volatilidad como el que se experimenta en la actualidad.
Cualquiera podría pensar que un tipo de cambio alto beneficia a los exportadores, pero esto es cuando hay estabilidad. Porque si sube y luego vuelve a bajar, pues cómo pueden hacer una buena planeación a largo plazo
dijo la analista.
En el mismo sentido, señaló que los importadores se ven afectados debido a que suben las obligaciones de pago en divisa extranjera, lo que no les permite establecer precios para sus productos finales. De igual manera, dijo que esto puede provocar que se genere incertidumbre y se detengan proyectos de inversión y se frene la economía.
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