La demanda de oro se disparó en 2021 tras las pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus principalmente en el último trimestre gracias a la compra de lingotes como refugio contra la inflación y de joyas con ocasión de casamientos en India y China.

La demanda del metal amarillo en 2021 alcanzó 4,021 toneladas, su nivel más alto en dos años y medio, con un salto de casi 50% interanual en los últimos tres meses del año, según el informe trimestral del Consejo Mundial del Oro (CMO), publicado este viernes.

La compra de monedas y lingotes están incluso en su punto más alto en ocho años, ya que el metal precioso fue buscado como opción cuando la inflación se aceleró a finales de 2021. 

John Mulligan, portavoz del CMO, precisó que “una fuerte recuperación en el mercado de la venta física al por menor, durante ese trimestre pero también en el año”, en particular en el mercado de la joyería, de las piezas de oro y los lingotes. 

El consumo anual de joyas aumentó 52% en 2021 recuperándose totalmente de los golpes de la pandemia.

El fuerte aumento de la demanda india contribuyó a que el total mundial del cuarto trimestre alcanzara las 713 toneladas de oro, el más alto en casi nueve años.

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Fuerte demanda de China e India

Las familias indias transforman parte de sus ahorros en lingotes, collares, anillos, pulseras y otros objetos de oro. Con la pandemia de covid-19, “muchos de estos matrimonios tuvieron que ser cancelados o pospuestos” y su recuperación comenzó recién a finales de año el año pasado, agregó Mulligan.

Además de las bodas, los consumidores chinos tienden a comprar productos de oro antes del Año Nuevo Lunar, la fiesta más importante de su calendario.

La liberación de esta demanda retenida por la pandemia fue un factor clave con compras de joyería que alcanzaron 2,124 toneladas en 2021. Durante el cuarto trimestre del 2021 se vendieron 713 toneladas del metal precioso, según el Consejo Mundial del Oro.

Oro y tecnología

En 2021, el uso del oro en el sector tecnológico, el cual se encuentra en los componentes de muchos dispositivos electrónicos como computadoras o teléfonos móviles aumentaron 9% y alcanzó 330 toneladas.

Los bancos centrales compraron 463 toneladas de oro en 2021, es decir, 82% más que en 2020.

Sin embargo, en el cuarto trimestre de 2021, las compras netas de los bancos centrales fueron de 48 toneladas, un nivel más bajo desde finales de 2010, justo después de la crisis financiera mundial.

Una desafección se reflejó en el precio de la onza de oro, que cedió más de 3,5% para terminar en 1,829 dólares.

La demanda anual se recuperó en casi todos los sectores, con la notable excepción de los ETF, los valores cotizados indexados sobre el precio del metal amarillo, que registraron salidas anuales netas (173 toneladas). 

Para John Mulligan, este fenómeno concentrado en Estados Unidos se explica por “un nivel importante de incertidumbre y una señal dirigida al mercado que todavía no está clara”.

Los inversores estadounidenses se interrogan sobre “el estado de la economía mundial, la reciente revisión a la baja de las previsiones de crecimiento y la persistencia del aumento de la inflación”, lo que se suma al aumento de las tasas, como lo anunció la Reserva Federal (Fed) el jueves.

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