Los fondos de inversión son una entidad financiera que reúne el dinero de múltiples inversionistas y lo administra de manera colectiva, con el objetivo de invertir en diversos activos financieros, como acciones, bonos, bienes raíces u otros instrumentos, con el propósito de generar ganancias.
Los inversores adquieren participaciones en el fondo y comparten los rendimientos y riesgos proporcionales a su inversión, lo que permite diversificar su cartera de manera eficiente y acceder a oportunidades de inversión que de otra manera podrían estar fuera de su alcance.
Así mismo, los fondos de inversión son gestionados por profesionales financieros y ofrecen una opción accesible y diversificada para quienes buscan invertir en los mercados financieros.
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Tipos de Fondos de inversión
Según lo planteado por el Banco Santander, explorar y discernir las variedades que existen es esencial para evaluar los pros y contras de cada uno.
Esto facilitará nuestra elección sobre en qué fondo invertir nuestro capital, dependiendo de nuestras metas y nuestro perfil financiero. La clasificación de los diferentes tipos de fondos de inversión se basa en diversos criterios, por lo cual varían dependiendo de la necesidad.
Santander los determina de la siguiente manera:
Fondos monetarios:
Estos fondos invierten en el mercado de dinero, donde se negocian efectivo y otros activos de bajo riesgo y alta liquidez, como operaciones crediticias, préstamos, pagarés corporativos y deuda pública. La duración promedio de sus inversiones es de seis meses o menos.
Fondos de renta fija:
El patrimonio se coloca principalmente en activos de renta fija, como bonos, obligaciones, pagarés o letras del tesoro. La duración varía según el plazo de inversión y el rendimiento de estos fondos está vinculado a las tasas de interés. Menor vencimiento de activos significa menor riesgo pero también menor potencial de ganancias.
Fondos de renta variable:
Estos fondos destinan al menos el 75% de su patrimonio a acciones. Hay una amplia gama de fondos según la ubicación geográfica, el sector y el tamaño de las empresas en las que invierten. Los fondos de renta variable se subdividen según el mercado (por ejemplo, España, Zona Euro, EE. UU.), el sector (energía, telecomunicaciones, tecnología, etc.) o características específicas, como la capitalización bursátil o el tamaño de la empresa. Ofrecen potencial de ganancias más alto pero también mayor riesgo que los fondos de renta fija.
Fondos mixtos:
Estos fondos tienen exposición tanto a activos de renta fija como de renta variable. El porcentaje de inversión en cada tipo de activo varía según el fondo: los fondos mixtos de renta fija tienen menos del 30% en renta variable, mientras que los mixtos de renta variable tienen entre el 30% y el 75% en acciones. Esta proporción determina el nivel de riesgo y potencial de ganancias del fondo.
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Otros tipos que también se pueden adquirir
Fondos globales:
Son fondos que pueden invertir en una amplia variedad de activos sin restricciones fijas. No se ajustan a las categorías anteriores y tienen la libertad de decidir la proporción de inversión en renta fija o variable y la distribución geográfica. Esto implica un alto riesgo.
Fondos de retorno absoluto:
Tienen como objetivo lograr una rentabilidad específica en un período determinado con un nivel de riesgo predeterminado, aunque no garantizado.
Fondos total o parcialmente garantizados:
Estos fondos aseguran la recuperación del 100% o una parte del capital invertido al vencimiento. Pueden ser de rendimiento fijo o variable.
Fondos objetivo o de gestión pasiva:
Buscan una rentabilidad específica no garantizada o replicar un índice bursátil.
Es importante tener en cuenta que cualquier inversión en productos financieros conlleva un riesgo de pérdida total o parcial del patrimonio, dependiendo del riesgo asociado al fondo.