Nota del editor: Este texto se publicó a las 5:00 a.m. (hora de CDMX) y se actualizó con un comunicado de Crédito Real
Todo parece indicar que el proceso de reestructura de Crédito Real se alargará más de lo esperado. Mientras tanto, la compañía dejó en vilo a sus inversionistas tras ser suspendida de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y sin la certeza de saber cuál será su próximo paso.
Crédito Real cortó lazos con Grupo Financiero Santander y su casa de bolsa, la cual prestaba servicios de formador de mercado, una señal de que en este momento no es prioridad que la BMV quite la suspensión a su cotización que le impuso por no enviar su información financiera correspondiente al primer trimestre del año.
Los inversionistas con exposición a la empresa han tenido significativas pérdidas durante 2022 y todavía no está claro cómo han avanzado las negociaciones con acreedores tras incumplir con el pago de un bono suizo en febrero.
Ante ello, hay pocas razones para que sus acciones sigan listadas en la bolsa, de acuerdo con analistas financieros.
No hace sentido que siga listada, en primer lugar por todos los problemas por los que está atravesando (…) El principal factor de incertidumbre es el tiempo porque no sabemos qué decisiones van a tomar, si en algún momento entreguen la información para quitar la suspensión y posteriormente se puedan deslistar
dijo Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero en BlackWallStreet Capital (BWC).
Accionistas se quedan inmóviles
La suspensión de la cotización afecta a los propios inversionistas, quienes no pueden comprar o vender acciones de Crédito Real hasta que vuelvan a operar, situación que se puede alargar por años como ha sucedido con otras empresas mexicanas.
Crédito Real, que opera como una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), ya atravesaba por problemas financieros que terminaron por estallar este año, y que además provocaron que la empresa borrara 137,000 millones de pesos en valor de mercado en tan solo cinco meses.
En el caso de que en algún momento la BMV quite la suspensión, el precio accionario puede seguir castigado y acercarse a cero, tal como sucedió en su momento con algunas vivienderas, según el analista de BWC. El 31 de mayo, el último día de cotización, las acciones de Crédito Real cerraron en un mínimo histórico de 35 centavos y acumulaban una caída anual de 96%.
Estas empresas también fueron suspendidas de la BMV
Su paso por la BMV
La empresa debutó en la BMV en octubre de 2012 a un precio de 21.30 pesos cada papel, y fue hasta diciembre de 2015 que la cotización tocó un nivel récord de 43.66 pesos.
Hoy, esos precios quedan lejos y abren dudas sobre si en algún momento podrán alcanzarse otra vez. Al igual que otras emisoras de la BMV, Crédito Real se topa con la falta de liquidez del mercado accionario local, es decir, la poca participación de inversionistas que muevan el volumen de operación.
Eso vuelve complicada su subsistencia (en el mercado de valores) porque de por sí era una empresa chica con una menor capitalización y ahora va a requerir más capital, eso quizá la hará menos líquida y atractiva para los inversionistas
mencionó Carlos González, director de análisis y estrategia bursátil en Monex.
A consideración del analista, Crédito Real tuvo un modelo de negocio que se mantuvo sólido por muchos años basado en préstamos de nómina a trabajadores del gobierno con poco riesgo de impago.
Sin embargo, en algún punto comenzó a depender cada vez más de las colocaciones de bonos para levantar capital, algo que en periodos de alzas de tasas por parte de los bancos centrales tiene un impacto en los costos de financiamiento y en los márgenes, explicó.
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Reducción de gastos
La situación financiera de Crédito Real comenzó a deteriorarse en 2020, cuando sus ingresos colapsaron repentinamente. Un año después los propios directivos de la compañía revelaron que las métricas de cobranza de cartera no eran tan altas como habían reportado en estados financieros previos.
Ahora, la empresa busca reducir los gastos operativos y eso explica la decisión de finalizar el contrato con su formador de mercado, encargado de mandar posturas de compra y venta de acciones, pues no tiene sentido pagar el servicio mientras está suspendida.
No es la primera alianza que Crédito Real corta de tajo. Apenas la semana pasada informó que terminó, por así convenir intereses, su relación con DLA Pipper y FTI Consulting, firmas que contrató para asesorarlos con su reestructura.
Una fuente con conocimiento del asunto dejó entrever a este medio que hubo desacuerdos entre Crédito Real y los asesores, en cuanto a la forma de llevar a cabo el proceso.
Para Rodríguez, la participación familiar puede ser una de las barreras por las que no han logrado avanzar con la reestructura, al no querer ceder el control de la compañía. La familia Berrondo tiene la participación mayoritaria en Crédito Real, de 25.4%, y la familia Saiz, de 6.32%, seguidas por varios inversionistas institucionales.
Concurso mercantil, una posibilidad
Cuatro meses después de incumplir con el pago del bono suizo, Crédito Real sigue explorando opciones para lograr salir de la crisis. La propia compañía ha compartido a EL CEO que no descarta acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, tal como lo hizo Aeroméxico.
En medio de la incertidumbre, The Wall Street Journal publicó esta semana, según personas cercanas a la empresa, que optará por el concurso mercantil, pese al riesgo de suspender operaciones por varios años.
De acuerdo con los analistas, lo más conveniente es acogerse al Capítulo 11 para lograr una reestructura ordenada sin correr el riesgo de perder sus activos. Sin embargo, esto también implica una posible entrada de nuevo capital y la dilución de los accionistas actuales.
El martes, Crédito Real comunicó en un evento relevante la salida de Noé Reza Gómez como CFO, lugar que ocupará Felipe Guelfi Regules, actual director general interino y director de transformación.
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