El Gobierno de México ha trabajado en la emisión de bonos verdes soberanos desde principios de 2019, aunque la falta de políticas medioambientales, la escasez de proyectos verdes y el lanzamiento de otros dos bonos soberanos en Latinoamérica podrían reducir el atractivo de la inversión en el nuestro país.
Luis Aguirre, fundador y director de Green Momentum, cree que uno de los retos de los bonos soberanos a nivel mundial es transmitir el mensaje de que el capital extranjero que entre al país ayudará a crear un mercado coordinado de sustentabilidad.
Debido a esta complicación, los ejemplos de éxito y fracaso en su implementación son múltiples.
Tienes casos como el de Polonia, Bélgica y Escandinavia: bonos que funcionan como desarrollo de la economía y que son parte de una estrategia circular, incluso en alianza con otros países. Pero tienes también los casos de Nigeria e Indonesia: lugares que emitieron bonos que no están funcionando ni para el inversionista, ni para el gobierno, ni para el desarrollo de infraestructura.
Luis Aguirre, fundador y director de Green Momentum
Aguirre explicó que el riesgo en el caso mexicano es que este instrumento sea utilizado para levantar fondos con la intención de desarrollar proyectos que en realidad son responsabilidad del gobierno, pues esto también contribuiría a disminuir el atractivo de la inversión.
Estos proyectos incluyen, sobre todo, los derivados de compromisos adquiridos internacionalmente para combatir el cambio climático.
Gabriel Quadri, excandidato presidencial y socio director de la consultora ambiental Sigea, cree que la actual administración no ha proyectado suficientes obras verdes para justificar la emisión de esta deuda.
Este gobierno no tiene ningún tipo de proyectos ambientales con un perfil de sustentabilidad, entonces va a ser difícil colocar bonos verdes (…) Han cancelado la transición energética y las subastas de energía limpia. Si no tienen una visión, una estrategia y una política en esta materia, el mercado no los va a querer porque no los va a considerar creíbles.
Gabriel Quadri, socio director de Sigea
Al respecto, la organización internacional Climate Bonds Initiative recomienda identificar los sectores elegibles y estudiar cómo se alínean con la política energética del país emisor, así como establecer prácticas de reporte para que los inversionistas puedan seguir el proceso de las obras financiadas.
Además, urge a los emisores a establecer revisiones independientes con credibilidad.
Oscar Ugarteche, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, aclaró que los proyectos objetivo que serán revisados por este ente independiente deben estar incluidos como adjunto en el contrato de emisión de bonos, o en su defecto, en la correspondencia entre Hacienda y el banco intermediario.
Bonos Verdes CDMX, el programa piloto
En 2016, la Ciudad de México se convirtió en el primer gobierno local en América Latina en emitir un bono verde.
El monto ascendió a 1,000 millones de pesos, con un periodo de cinco años. Las tres partidas más grandes de esta deuda han sido utilizadas para la construcción de una planta de bombeo, el financiamiento de la primera etapa de la línea 5 del Metrobús y un proyecto para mejorar la calidad del Sistema de Transporte Colectivo.
Posteriormente, la ciudad ha emitido dos bonos verdes más.
Ugarteche explicó que, desde el punto de vista financiero, no hay gran diferencia entre los bonos de la CDMX y los bonos soberanos, pues el gobierno de la ciudad lo emite con la garantía del Gobierno Federal.
Luis Aguirre Torres tiene dudas sobre el impacto a futuro de la deuda.
El hecho de que la Ciudad de México tenga bonos verdes te habla de liderazgo y de la intención de movilizar capital(…) No estoy seguro que estén funcionando y cumpliendo con una estrategia sostenible a largo plazo. Entonces en ese sentido no sé si estén teniendo éxito, en cuanto a la movilización de capital sin duda (lo están teniendo)
Luis Aguirre, fundador y director de Green Momentum