Los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex), denominados en dólares y con vencimientos en 2047, han mostrado una contracción de 1.29% desde que se dio a conocer que la petrolera tendrá un nuevo director general para la próxima administración federal.
Para el subdirector de análisis económico en CI Banco, James Salazar Salinas, el nombramiento de Víctor Rodríguez Padilla como el futuro CEO de Pemex, se recibió con “gustó a medias” en el mercado.
La razón detrás es que aunque el perfil es más académico y técnico, no necesariamente cuenta “con la experiencia como para manejar un tema tan complejo, como el de las dificultades financieras” de la petrolera.
También queda latente la inquietud de que el próximo funcionario emitió comentarios “populistas” y que están en la misma línea de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como han sido los mensajes de la soberanía y la defensa energética del país.
Durante la presentación de su nombramiento, y acompañado por Claudia Sheinbaum Pardo, Rodríguez Padilla minimizó los señalamientos sobre la situación financiera de Pemex, calificándolos de “exagerados” y asegurando que la empresa no enfrenta las dificultades que se le atribuyen.
“Sí. A ver Pemex, no es una empresa muerta, ni está tan mal como piensan, ¿no? Los medios la exageran un poco o mucho”, dijo el 26 de agosto.
Sin embargo, el analista indicó que la caída en el precio del papel también va más allá del nuevo director general.
(El movimiento) viene más explicado por la dinámica que hay a nivel local e internacional en los activos denominados en pesos mexicanos. La turbulencia que hay por la reforma del poder judicial agarró parejo a los activos financieros mexicanos,
consideró.
El precio del papel de la petrolera, con vencimientos en 2047, cerró la sesión del 28 de agosto en 68.65 dólares. Desde este punto, se observa un incremento de 4% en lo que va del año, de acuerdo con información de Bloomberg.
Pemex y los retos que hay para el próximo director
James Salazar señaló que el próximo director de Pemex enfrenta un reto sumamente “difícil”, que incluye desde la situación financiera hasta los términos operativos. Además, persiste la preocupación de que existe un alto costo de oportunidad, lo que plantea dudas sobre en qué áreas deberían enfocarse la mayor parte de sus recursos.
Se necesita una mayor coordinación con la Secretaría de Energía, la Secretaría de Hacienda y la propia Pemex.
Oscar Ocampo, coordinador de Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), también señaló que preocupa que no se reconozca que Pemex es la petrolera más endeudada del mundo, con pasivos que ascienden a 1.8 billones de pesos y compromisos de pago que podrían poner en peligro su viabilidad a largo plazo.
“El próximo año, Pemex tendrá que cubrir el 25% de esta deuda, lo que inevitablemente requerirá un apoyo continuo del gobierno federal”, dijo a EL CEO.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) coincidió en que no se puede ignorar la crítica situación que enfrenta la empresa petrolera.
“Confiamos en que su experiencia será valiosa para la empresa. Sin embargo, distinguimos la complejidad del desafío que enfrenta al tomar las riendas de una de las compañías más importantes de México en un momento crítico para su futuro” explicó el organismo presidido por José Medina Mora Icaza.
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