Hasta el 17 de diciembre, 16 de las 145 empresas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cuestan menos de cinco pesos y presentan los precios más bajos del mercado nacional.
Se trata de Homex, Grupo Famsa, Alterna, Azteca, Gicsa, Aeroméxico, CMR, Maxcom, Cadu, TMM, Conver, Minera Frisco, Axtel, Ara, Hotel y City Express.
Son empresas que fundamentalmente han tenido eventos relevantes que han ocasionado su caída en el precio accionario o que el mercado no ha revaluado la empresa y por ende el precio no se incrementa
dijo Guillermo Guzmán, CEO de Trading Advisor
No es sorpresa que algunas de estas emisoras cotizan en esos niveles, ya que arrastran una serie de situaciones que han provocado la caída de sus acciones durante muchos años.
El caso más reciente es Aeroméxico, que después de dar a conocer una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones realizada por un tercero, su valor de mercado se desplomó a mínimos históricos. Sin embargo, la aerolínea que dirige Andrés Conesa ya enfrentaba problemas de rentabilidad que se acentuaron con la pandemia.
Reman contra marea
Para Cipactli Jiménez, inversionista privado, estas compañías se enfrentan a dos escenarios adversos: sus consejos de administración no han tenido la suficiente capacidad para tomar decisiones que las sostengan, o bien están remando contra la marea dentro de alguna industria que está estancada en la economía del país.
Un ejemplo es Grupo Famsa, que atraviesa por un concurso mercantil después de que Banco Ahorro Famsa, el que fuera su banco, entró en liquidación judicial a mediados del año pasado por violaciones al marco normativo y jurídico que las autoridades detectaron desde 2016.
Guzmán explicó que las emisoras más castigadas en la BMV tenían un precio casi 1,000% superior hace 10 años en relación a la cotización actual, además de que la mayoría de ellas tendrían que esperar más de 100 años para recuperar el valor de las acciones en circulación de las empresa respecto a sus ventas.
Además, estas empresas son poco bursátiles, lo que provoca movimientos abruptos a la alza y a la baja, por lo que no es recomendable tener exposición a ellas durante un tiempo prolongado, debido a que se pueden tener pérdidas.
Me atrevo a señalar de una manera muy categórica que ninguna de estas empresas puede ser una inversión de largo plazo y mucho menos para grandes capitales. Si bien para cotizar en bolsa necesitan tener nivel de facturación y producción, una cosa es haberlo alcanzado y otra tener la capacidad de sostenerlo
aseguró Jiménez
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La otra cara de la moneda
Del otro lado, 26 compañías de la BMV tienen un precio superior a los 100 pesos, y de estas 13 se encuentran dentro del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que integra a las emisoras más líquidas. Esto favorece al tenerlas en el portafolio, dado que tienen un volumen de operación más alto.
Destaca el caso de Elektra, que es la acción más cara de la BMV, con una cotización superior a los 1,000 pesos. Entre las empresas con las valuaciones más altas también se encuentran los grupos aeroportuarios, Gruma, Peñoles, Femsa, Arca Continental y Banorte.
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El atractivo de estas compañías se debe a que son de tipo patrimonial, es decir, que ante eventos catastróficos en el mercado preservan su valor porque el modelo de negocio se adapta a las circunstancias gracias a que la junta directiva toma las decisiones necesarias y correctas para sostener el negocio.
“Son empresas que por fundamentales se encuentran en muy buenos momentos y que por precio podría dar la impresión de que son acciones que puedes comprar con la intención de preservarlas sin tener que estar durmiendo con un ojo abierto porque mañana pueda pasar algo”, dijo Jiménez.