El precio del bitcoin cayó este martes, cuando El Salvador se convirtió en el primer país en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal a la par del dólar, un polémico plan promovido por el presidente Nayib Bukele para reactivar la economía.

A las 12:08 p.m. (hora de Ciudad de México) la criptodivisa se desploma 8.73%, a 47,169.7 dólares, de acuerdo con Investing.com.

La criptodivisa había superado la barrera de los 52,000 dólares el lunes por la tarde, su mayor nivel desde mayo, pero en las últimas horas rompió su tendencia alcista.

El gobierno ya compró sus primeras 400 monedas, por alrededor de 21 millones de dólares. Además lanzó la billetera electrónica Chivo (siendo la mexicana Bitso el proveedor se servicios central) para los teléfonos celulares, y obsequió a los salvadoreños un monto equivalente a 30 dólares en bitcoins para que empiecen a operar.

La administración de Bukele ha instalado 200 cajeros automáticos de Bitcoin en todo el país para que se pueden usar para cambiar la criptomoneda por dólares estadounidenses. 

El Ministerio de Finanzas creó un fondo de 150 millones de dólares (mdd) en el banco estatal Banco de Desarrollo de la República de El Salvador, Bandesal, para respaldar las transacciones.  

Sin embargo, el sistema presentó problemas en el arranque: “Por unos momentos no funcionará @chivowallet, la hemos desconectado mientras aumentamos la capacidad de los servidores de captación de imágenes”, escribió Bukele el martes en Twitter.

Estímulo a la economía 

El experimento, que genera dudas en la mayoría de la población y desconfianza en los especialistas, es seguido de cerca en las redes sociales por impulsores y detractores con las etiquetas #bitcoinday y #noalbitcoin. 

Cuando nació en 2009, el bitcoin valía centavos de dólar. Hoy su precio supera los 52,000 dólares. Pero en los últimos 12 meses ha llegado a los 62,000 o caído hasta 35,000, coincidiendo con comentarios de inversionistas como Elon Musk o anuncios de regulaciones chinas.

Por ese motivo, economistas y organismos como el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) son escépticos sobre la medida.

Por su parte, el gobierno asegura que el bitcoin estimulará la economía que, desde su dolarización en 2001, ha estado estancada con una media de crecimiento entre el 2 y 4%. En 2020 se contrajo un 7.9% en medio de la pandemia del COVID-19. Se proyecta que este año crezca más de 9%.

La arriesgada medida, según el gobierno, contribuirá a la bancarización de la población y evitará la pérdida de unos 400 millones de dólares de comisiones por las remesas que los salvadoreños envían desde el extranjero a través de entidades financieras.

Los envíos de la diáspora de unos dos millones de salvadoreños (6,000,000 mdd) representan el 22% del PIB.

De acuerdo con Bloomberg, si el experimento tiene éxito, otros países pueden seguir el ejemplo de El Salvador.

México no autoriza el uso de criptomonedas

En México, tanto el banco central, como dependencias y reguladores han sido claras en marcar su distancia con la aceptación de criptomonedas en el sistema financiero.

“Hemos sido muy claros en nuestra regulación al hablar de una sana distancia entre los criptoactivos y el sistema financiero (…) están en su espacio y sentimos que tenemos que ser cuidadosos de esa sana distancia para evitar confusiones de cara al consumidor”, dijo en junio Alejandro Diaz de León, gobernador de Banco de México (Banxico).

A finales de ese mes, luego de que el empresario Ricardo Salinas Pliego hizo públicos sus planes de integrar bitcoin a las operaciones de Banco Azteca; Banxico, la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron que las instituciones financieras no están autorizadas a celebrar ni ofrecer al público operaciones con criptomonedas.

Las entidades indicaron que las instituciones financieras solamente podrán celebrar operaciones internas con activos virtuales con previa autorización del Banxico.

Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), advirtió que al no ser una moneda oficial “las autoridades no pueden responder por algún quebranto o cambio significativo en su valor”. 

Condusef alertó que cualquier persona o comercio que utilice o acepte algún tipo de moneda virtual como forma de pago, lo hace bajo su propio riesgo y responsabilidad, ya que el uso de estos activos supone una elevada volatilidad y posibles pérdidas monetarias.