Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, causó conmoción en el mundo de las inversiones durante el fin de semana después de anunciar que redujo su participación en Apple, lo que provocó que las acciones de la compañía cayeran alrededor del 5% en las primeras operaciones del lunes, con una pérdida de capitalización de más de 144,135 millones de dólares (mdd).
La compañía de Buffett reveló en su presentación de ganancias que su participación en Apple estaba valorada en 84,002 mdd al final del segundo trimestre, lo que indica que se deshizo de un poco más del 49% de la participación tecnológica.
Aunque ésta no es la primera vez en el año que la compañía tenedora toma una decisión de este tipo, dado que en el primer trimestre vendió el 13% de su participación en Apple indicando que se trataba de una medida para ahorrar impuestos, ya que esperaba que el gobierno de Estados Unidos aumentara la tasa para financiar un creciente déficit fiscal.
Berkshire comenzó a comprar acciones en 2016 de la empresa fundada por Steve Jobs y con el paso de los años se convirtió en una de sus favoritas, llegando a calificarla como el segundo negocio más importante después de su grupo de aseguradoras.
La caída de Apple
Berkshire Hathaway ha estado en una ola de ventas masivas, deshaciéndose de más de 75,000 mdd en el segundo trimestre y elevado la masa de efectivo de la compañía a 277,000 mdd, un máximo histórico para el conglomerado.
Aunque la caída de las acciones de Apple se debió a la situación con la empresa de Buffett, también estuvo impulsada por la rotación de acciones tecnológicas de alto vuelo tras el incremento a la aversión al riesgo por una posible recesión en Estados Unidos.
Las caídas en todo el sector se producen después de la publicación de un informe decepcionante de empleo en la Unión Americana, que avivó los temores de una recesión y de que la Reserva Federal (Fed) se esté quedando atrás en la reducción de las tasas de interés para impulsar la economía.
El impulso de la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a flaquear, ya que los inversores han comenzado a perder la paciencia con los plazos de monetización.
dijo Maxwell Grinacoff, estratega de UBS.
Con información de CNBC
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