La empresa de servicios financieros Credit Suisse perdió la cuarta parte de su valor este miércoles ante las preocupaciones del mercado por el comportamiento del sistema bancario, lo que pone a los directivos en una situación complicada para convencer a los inversionistas de que se puede lograr un cambio radical. 

El principal patrocinador de la institución financiera suiza, el Banco Nacional Saudit, indicó que no puede incrementar su participación debido a restricciones regulatorias, lo que desembocó en un desplome histórico en las acciones de la institución y un aumento en sus diferenciales crediticios. 

No podemos, porque superaríamos el 10%. Es un problema regulatorio

dijo el miércoles el presidente del Banco Nacional Saudit, Ammar Al Khudairy.

La institución saudí adquirió una participación en Credit Suisse el año pasado luego de participar en la recaudación de capital de la organización europea y se comprometió a invertir hasta 1,500 millones de francos suizos

El tropiezo arrastró a la baja a todos los bancos europeos, con unos inversionistas que mostraron un rápido impulso para evitar el riesgo después de la agitación de la semana pasada. 

Al respecto, el CEO de Credit Suisse, Ulrich Koerner, ha dicho que la posición financiera del banco es sólida. Mientras que el presidente Axel Lehmann subrayó que la asistencia del gobierno “no es un tema” y que los esfuerzos de la empresa para volver a la rentabilidad no son comparables con los graves problemas de liquidez que afectan a los prestamistas más pequeños en Estados Unidos. 

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Consecuencias en el sistema bancario

El hundimiento de Credit Suisse revirtió las ganancias que indicaban una disminución en el nerviosismo a nivel mundial en el sistema bancario tras el colapso de Silicon Valley Bank. 

Credit Suisse publicó el martes su informe anual para 2022 diciendo que el banco había identificado “debilidades materiales” en los controles sobre los informes financieros y que aún no había detenido las salidas de clientes.

El segundo banco más grande de Suiza busca recuperarse de una serie de escándalos que han socavado la confianza de inversionistas y clientes.  La salida de estos últimos en el cuarto trimestre significó 110,000 millones de francos suizos. 

Por su parte, Ralph Hamers, CEO de UBS, principal competidor de Credit Suisse, dijo que el prestamista se está beneficiando de la reciente agitación en el mercado y ha visto entradas de dinero. 

En los últimos días, como era de esperar, hemos visto entradas. Claramente es un vuelo hacia la seguridad desde esa perspectiva, pero creo que tres días no marcan una tendencia

indicó el directivo. 

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Con información de Bloomberg y Reuters