Los refrescos son una de las bebidas más populares en el país, pese a que contienen altos niveles de azúcar y otros ingredientes nocivos para la salud, que con el tiempo pueden causar enfermedades.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a través de la Revista del Consumidor, informó a la población sobre el contenido de diversas marcas de bebidas azucaradas.

México es el país con mayor número de consumidores de refrescos con 163 litros al año por persona, 40% más que Estados Unidos, quien ocupó el segundo puesto con un consumo de 118 litros, detalló la Profeco.

Fotoarte: EL CEO

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el estudio La Pesada Carga de la Obesidad. La Economía de la Prevención, México tiene una de las tasas más altas de obesidad y como consecuencia, los mexicanos viven en promedio 4.2 años menos.

Refresco bendito, dulce tormento

En el estudio Más información, menos azúcares en la Revista del Consumidor se analizó 46 bebidas y señaló que en el mercado mexicano hay 22 refrescos que adicionan azúcares y edulcorantes no calóricos, que pueden ser nocivos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 25 gramos de azúcares totales al día; sin embargo, el siguiente listado supera esa cantidad. Estos son, los 5 refrescos más dañinos:

  • Dr. Pepper con 70.2 gramos por presentación de 600 ml
  • Red Cola tiene 57 gramos con envase de 600 ml
  • Jumex Naranjada Frutzzo con 52.2 gramos por botella de 600 ml
  • Orange Crush tiene 51.6 gramos en la presentación de 600 ml
  • Sangría Señorial con 46.5 gramos por botella de 600 ml

La obesidad, un tema económico

México es el principal consumidor de bebidas azucaradas y esta variable ha tenido influencia en el aumento de cifras de obesidad, pero también repercute en la economía, según el estudio de la OCDE 

El sobrepeso representa el 8.9% del gasto en salud y reduce la producción del mercado de trabajo equivalente a 2.4 millones de trabajadores a tiempo completo al año. Se calcula que este problema de salubridad reduce el PIB de México en un 5,3%.

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Lograr una reducción calórica del 20% en los alimentos con alto contenido en azúcar, podría prevenir 1.4 millones de enfermedades no transmisibles para el año 2050 y, con ello, ahorrar al país 1,990 millones de pesos al año en costes sanitarios, además de aumentar la productividad equiparable a 71,000 trabajadores a tiempo completo por año.

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