Cárteles: el dinero sucio que los bancos no han podido rechazar

Cárteles: el dinero sucio que los bancos no han podido rechazar

En junio de 2020, Samuel Jilton Córdoba conocido como El Conta —un presunto líder de la célula Gente Nueva de los Zetas en los estados de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas—, llamó y le preguntó a uno de sus operadores si su cliente ya le había pagado —por transferencia bancaria— “el producto”.

Durante la llamada —intervenida por el Ejército mexicano y filtrada en Guacamaya Leaks—, el cliente aseguró que buscaba triangular nueve millones de dólares desde China, a la cuenta de un prestanombres de El Conta en Estados Unidos, para finalmente transferirlos a México.

Una extensa revisión de EL CEO revela que este tipo de operaciones dentro del sistema bancario internacional no son la excepción; son empleadas por distintos grupos del narcotráfico, actualmente considerados por el gobierno de Estados Unidos como “organizaciones terroristas extranjeras” (FTO, por sus siglas en inglés).

Se ha documentado que organizaciones como el Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, los Arellano Felix o La Familia Michoacana, emplean el mismo modus operandi ahora bajo la lupa del gobierno estadounidense.

Los documentos de inteligencia del Ejército mexicano revelan que las organizaciones criminales utilizan ese dinero blanqueado para comprar armas, casas, autos, lujos, pagar sobornos y mantener su estructura criminal.

Es decir, permiten que el dinero oscuro salga del bajo mundo y entre a la luz del sistema financiero mundial.

Fotoarte: Andrea Velázquez

Los bancos bajo la lupa de Trump

Los bancos en México y el extranjero se encuentran bajo la lupa del gobierno de Donald Trump. Las organizaciones del narcotráfico —recientemente nombradas como “terroristas”— utilizan el sistema financiero para blanquear fondos, empleando sociedad legales en México y paraísos fiscales, cuentas corrientes o empresariales, además de prestanombres.

Aunque directivos de BBVA México, Banorte, Banamex han dicho que se sienten confiados y listos para esta nueva etapa de la relación bilateral, ya que el sistema bancario ha desarrollado por años altos estándares de prevención de lavado de dinero, lo cierto es que diversos episodios contradicen la aseveración.

En el caso de Banorte contamos con una política de prevención de lavado de dinero muy robusta que se ha fortalecido con todas estas inversiones en estructuras de gobernanza, en recursos humanos, hemos metido mucha tecnología, y la parte operativa que nos permiten no solo cumplir con la regulación local, sino inclusive ir más allá de la vigilancia y la supervisión de las operaciones de nuestros clientes

dijo Marcos Ramírez, director general de Banorte.

¿La amenaza del terrorismo?

Y en efecto, México tiene en el papel marcos regulatorios muy sólidos, pero en los hechos los cárteles siguen operando y blanqueando sus fondos, mientras las instituciones bancarias miran hacia otro lado.

A esto se suma que actualmente el país no clasifica al terrorismo como un problema prioritario, según el Régimen de Prevención al Lavado de Dinero (PLD) y Combate al Financiamiento al Terrorismo (CFT), en tanto, la vigilancia financiera sobre este tipo de organizaciones clasificadas bajo ese concepto resulta inédita.

El escrutinio de Estados Unidos ya no solamente se centrará en la prevención de lavado de dinero, explicó a EL CEO una fuente del sector bancario, sino que evitará a toda costa que el dinero sucio o dinero limpio financie a los cárteles y por eso los bancos están en la mira.

Toda la atención está en los bancos, porque es la que intuitivamente será la primera línea de defensa. Las consecuencias penales y las responsabilidades civiles son para cualquier individuo o persona moral (como un banco) que apoye a un cártel

añadió.

El dinero de los cárteles fluye en la banca

Existe documentación de que grandes instituciones como JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon, entre otros bancos, han recibido recursos de personajes corruptos, del terrorismo o del crimen organizado, incluso después de que las autoridades estadounidenses multaron a esas instituciones por fallas en los controles.

Esto se dio a conocer en 2020, luego que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) publicó —junto con 109 medios de comunicación— documentos secretos de la unidad de inteligencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN).

Estos bancos siguieron moviendo el dinero sucio —incluyendo el que provenía de cárteles mexicanos— a pesar que las autoridades de Estados Unidos les notificó que enfrentarían procesos penales.

Los documentos filtrados detallan el porqué seguían haciéndolo: es y sigue siendo altamente lucrativo para algunas instituciones financieras, señaló el ICIJ.

Entre 1999 y 2017, las instituciones bancarias movieron más de dos billones de dólares en transacciones que fueron señaladas como posible lavado de dinero; pero esto solo es la punta del iceberg, pues se estima que en el sistema financiero hay mucho más dinero sucio del que se detecta y reporta.

Entrar al sistema de bancos

La filtración, también conocida como FinCEN Files, detalla alguno —de varios— esquemas empleados por los cárteles mexicanos, y mediante el cual ingresaron dinero sucio al sistema bancario nacional e internacional:

  • Crean una empresa fantasma con ayuda de prestanombres o incluso con datos de personas completamente ajenas;
  • Se abre una cuenta bancaria asociada a la empresa fantasma;
  • Se utilizan más empresas offshore en paraísos fiscales;
  • Se abren más cuentas bancarias corporativas en otras partes del mundo;
  • Triangulan transferencias internacionales.

Las cuentas de Los Zetas

Un ejemplo de este esquema ocurrió en 2013, cuando a vecinos de la tercera edad de la colonia Valle Verde, una zona popular de Monterrey, les robaron sus datos personales para crear 45 empresas fantasma.

Estas empresas fueron utilizadas por la organización delictiva Los Zetas para cometer defraudación fiscal y lavar dinero, según los FinCEN Files publicados por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Una de las sociedades es Consultoría SOW S.A. de C.V., la cual es señalada en Estados Unidos por operaciones sospechosas de posible lavado de 5 millones de dólares en cinco países distintos: México, Inglaterra, Panamá, Estados Unidos y Argentina.

Fotoarte: Andrea Velázquez

Otra sociedad fue Comercial Lexir, que incluso fue utilizada para comprar tres residencias de Omar Treviño Morales, El Z42, antiguo líder de Los Zetas que actualmente enfrenta un juicio penal en Estados Unidos después de que Donald Trump solicitó su traslado.

No se sabe si la banca en México reportó esas transacciones ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y si finalmente se investigó; lo cierto es que un sucursal en Nueva York del banco inglés Standard Chartered sí lo reportó.

“Si de repente depositas una cantidad en efectivo que vamos… sería de perfil de riesgo, un banco de los grandes seguro manda inmediatamente una notificación a la UIF. El reporte de la UIF es súper sencillo para ellos. Pero no sabemos qué pasa con esos millones de reportes que llegan a la UIF. En qué resultan, si en alguna demanda o en una denuncia o si realmente son perseguidos”, confesó a EL CEO una fuente del sector bancario.

Fotoarte: Andrea Velázquez

Los bancos “miran hacia otro lado”

En 2018, Rabobank, el gigante financiero holandés, fue multado por 500 millones de dólares por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, tras descubrir que lavó dinero de los cárteles.

Entre 2009 y 2012, Rabobank permitió ingresar a su sistema casi 370 millones de dólares en efectivo proveniente de México y otros lugares. La institución financiera se declaró culpable de los cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos y obstruir la inspección.

“Cuando Rabobank supo que un número considerable de las transacciones de sus clientes indicaban tráfico internacional de narcóticos, crimen organizado y actividades de lavado de dinero, optó por mirar hacia otro lado y encubrir las deficiencias“, señaló John Cronan, del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Más bancos al servicio del narco

En 2012, las autoridades estadounidenses multaron a HSBC y a su filial en México por 1,920 millones de dólares, pues lavó al menos 881 millones de dólares del Cártel de Sinaloa entre 2006 y 2010.

Una investigación de Quinto Elemento Lab detalló que HSBC permitió enviar dólares a granel mediante camiones blindados con destino a Estados Unidos. Para ello emplearon dos sociedades intermediarias: Casa de Cambio Puebla y Sigue Corp.

HSBC También mantuvo relaciones de negocios con personas, empresas y casas de cambio usadas por los narcotraficantes para adquirir aeronaves.

Por su parte, las autoridades mexicanas concluyeron que HSBC se constituyó en un “vehículo de la delincuencia para la colocación, ocultamiento, legitimación y distribución de recursos de procedencia ilícita”.

Finalmente, ejecutivos de este banco no cerraron las cuentas de las empresas Casa de Cambio Puebla y Sigue Corp, desde donde se realizaron transferencias a HSBC (en Estados Unidos) provenientes del Cártel de Sinaloa y el Cártel del Norte del Valle de Colombia.

La Casa de Cambio Puebla, por ejemplo, usó sus cuentas en HSBC México para generar 650 transferencias electrónicas a las cuentas que tenía HSBC de Estados Unidos sólo de enero a octubre de 2017, según publicó Quinto Elemento Lab.

Dark money

Cientos de reportes de inteligencia del Ejército mexicano, filtrados en Guacamaya Leaks, revelan que miembros de los cárteles hacen transacciones todos los días en el sistema bancario.

Ya no solamente se trata de camiones blindados llenos de dinero.

Con ello pagan a sus colaboradores, sobornan a policías y cuando se trata de compra o venta de droga, las operaciones internacionales tocan a dos o más países.

Las organizaciones criminales utilizan prestanombres para que viajen a paraísos fiscales, creen empresas y aperturen cuentas bancarias. También contratan a asesores financieros para que les ayuden en toda la operación.

Y así, finalmente el dinero producto de secuestros, asesinatos, robo de hidrocarburos, tráfico de fentanilo o cocaína, llega a las sucursales bancarias en un país, brinca a otros, y regresa a México sin dejar rastro de lo ocurrido.

—Con información de Roberto Noguez

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