Miles de personas celebraron este miércoles el final de más de dos meses de confinamiento en Wuhan, ciudad donde se originó la pandemia de COVID-19, que sigue expandiéndose en Estados Unidos y Europa, donde no se logra generar una respuesta económica unificada.
Pasajeros se dirigieron a estaciones de autobuses y trenes, algunos de ellos con atuendos de protección integral, en Wuhan, la capital de la provincia china de Hubei que tiene por lo menos 11 millones de habitantes.
“Me levanté a las cuatro hoy. ¡Me siento tan bien!”, dijo una feliz Hao Mei, de 39 años y oriunda de Enshi, ciudad a 450 kilómetros al oeste de Wuhan, antes de subirse a un tren para regresar con sus dos hijos, a los que tuvo que dejar solos durante más de dos meses, ya que quedó atrapada a fines de enero en Wuhan.
La pandemia parece controlada en China, donde surgió a fines de diciembre, pues el lunes – por primera vez desde que comenzó el brote de coronavirus el 31 de diciembre pasado- China no informó nuevas muertes.
Esto sucedió un día después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó señales limitadas, pero alentadoras, de recuperación en China; no obstante, indicó que no podía descartar un resurgimiento de la pandemia en ese país y en otras naciones.
Y tan solo dos días después, el gobierno chino anunció este miércoles dos decesos por COVID-19.
Hasta el lunes, el número total de casos confirmados en China continental era de 81,740, mientras que 3,331 personas han perecido.
Las autoridades sanitarias centraron su atención en casos importados y pacientes asintomáticos, que aún pueden transmitir el virus.
Asimismo, el Gobierno de Xi Jinping informó que trabajará para estimular la demanda interna y en el impulso activo del consumo, ya que la pandemia del coronavirus obstaculiza el desarrollo económico, de acuerdo con la televisión estatal.
China cuenta con amplias reservas de cereales y es totalmente capaz de asegurar el suministro de grano y productos agrícolas, según el partido oficial.
El coronavirus más allá de Wuhan
El coronavirus COVID-19 continúa haciendo estragos en Estados Unidos, que registró un récord mundial de cerca de 2,000 muertos en las últimas 24 horas y casi 13,000 en total, y Europa, continente más afectado con más de 58,000 decesos y 750,000 casos oficialmente declarados.
Tras una noche entera de negociaciones el martes en Bruselas, los países del norte de Europa, como Alemania, seguían oponiéndose a los del sur, como Francia e Italia, que reclaman un esfuerzo financiero sin precedentes.
Con información de AFP y Reuters