La Unión Europea (UE) y China concluyeron este miércoles, en principio, las negociaciones de un ambicioso pacto sobre inversiones que abriría el mercado chino a las empresas europeas.

Las empresas chinas recibirán compromisos vinculantes de acceso al mercado de la Unión Europea, mientras que China abrirá sus sectores financiero, manufacturero y de servicios al bloque de 27 naciones, dijo un funcionario del gobierno chino.

El entendimiento político quedó sellado en una videoconferencia en la que participaron el presidente chino, Xi Jinping, y los líderes de la UE, Ursula von der Leyen (Comisión Europea) y Charles Michel (Consejo Europeo).

La videoconferencia también incluyó a los jefes de gobierno de Alemania y Francia, Angela Merkel y Emmanuel Macron.

Hoy la UE y China concluyeron en principio las negociaciones sobre un acuerdo de inversión. Para oportunidades comerciales y de negocios más equilibradas

expresó Von der Leyen en Twitter

En una nota oficial, Von der Leyen y Michel indicaron que China se comprometió a trabajar en dirección de la ratificación de las normas internacionales relativas al trabajo forzado, un aspecto crítico de la negociación.

De acuerdo con los representantes de la UE, el acuerdo ofrecerá a las empresas europeas un acceso sin precedentes al mercado chino, y al mismo tiempo les proporcionará seguridad y predictibilidad en sus operaciones.

Este entendimiento “une a las partes en relaciones de inversiones basadas en valores, apoyados en principios de desarrollo sostenible”, señaló la nota.

También mejorará el ámbito de la competencia para inversionistas europeos, al eliminar la transferencia forzada de tecnología y otras prácticas distorsionadoras, además de la transparencia en materia de subsidios.

Xi dijo a la agencia de noticias Xinhua que el acuerdo proporcionará a inversionistas chinos y de la UE un mayor acceso al mercado, elevados estándares en materia de ambiente de negocios, fuertes garantías institucionales, y brillantes perspectivas para la cooperación.

El entendimiento de principio demuestra “la determinación y la confianza de China en promover una apertura de alto nivel”, añadió Xi, de acuerdo con Xinhua.

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Siete años de discusiones

La UE buscó durante años obtener un mayor acceso al enorme mercado interno chino, aunque las deficiencias de Pekín en materia de respeto a los derechos humanos y a los estándares laborales eran un permanente obstáculo.

Este entendimiento fue discutido por siete años y la UE afirma que es el más ambicioso que se ha podido negociar hasta ahora con China.

En tanto, miembros del Parlamento Europeo ya expresaron en Bruselas su insatisfacción, alegando que el acuerdo apenas se limita a aceptar que China haga esfuerzos para ratificar normas laborales internacionales.

Inclusive Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, admitió que el acuerdo no cierra las divergencias de la agenda bilateral.

Tenemos que ser realistas: este acuerdo no resolverá los desafíos que enfrentamos relacionados con China, que son muchos

expresó

No obstante, añadió que el acuerdo “mantiene a China asociada a compromisos significativos en la dirección correcta, más de lo que haya aceptado antes”.

Li Yongjie, subdirector del departamento de tratados y leyes del Ministerio de Comercio de China, fue cuestionado sobre si el país ratificaría los convenios laborales pendientes en medio de las preocupaciones en Europa sobre el trabajo forzoso y respondió que su país prohíbe esa práctica y ha reiterado, en el acuerdo, su obligación como miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Pekín aún no ha ratificado cuatro de los ocho convenios fundamentales de la OIT, incluido el trabajo forzoso, según el sitio en internet de la organización.

Las partes buscaron sellar un entendimiento político de principios sobre este acuerdo antes de la llegada del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, a la Casa Blanca.

El presidente saliente, Donald Trump, mantuvo una agria disputa comercial con China, y Biden ya dejó claro que estaba atento a la postura de la UE con relación a esta cuestión.

A partir de ahora, las partes se dedicarán al diseño y redacción de los documentos legales, que aún deberán ser traducidos y ratificados por los estados antes de ser ratificados por el Parlamento Europeo. Es probable que tarde al menos otro año en entrar en vigor.

Con información de AFP y Reuters