Donald Trump autorizó la venta de combustible con hasta 15% de etanol durante todo el año, poniendo fin a una restricción de venta durante los meses de verano, una victoria política largamente buscada por el sector agrícola antes de las elecciones legislativas de noviembre.
“Les hice esta promesa durante la campaña, ¡promesa cumplida!”, lanzó el presidente estadounidense durante un mitin electoral en Iowa, el principal estado productor de etanol, este martes.
La medida cae en el momento justo para calmar a los agricultores del corazón rural de Estados Unidos, que lo respaldaron fuertemente en la pasada elección pero hoy se quejan por la caída en los precios del maíz causada por la guerra comercial iniciada por Washington contra China.
La mezcla de gasolina con 15% de etanol, conocida como E15, está actualmente prohibida en los meses de verano para evitar la emisión de partículas contaminantes en tiempo de gran calor.
Trump pidió a la Agencia de Protección del Medio Ambiente que inicie el proceso de autorización de la venta de E15 durante todo el año, lo que da a los agricultores la oportunidad de colocar una mayor partida de su abundante producción de maíz.
La mezcla de gasolina con 15% de etanol no está disponible en todo Estados Unidos y sólo puede ser usada por vehículos fabricados después de 2001 que cuentan con sistema Fuel Flex.
El anuncio corona los esfuerzos de meses de la Casa Blanca por conciliar los intereses de la industria petrolera y de los productores de maíz, en un intento por incrementar la demanda de etanol y reducir los costos de cumplimiento para los refinadores.
Para satisfacer a la industria petrolera, el presidente prevé igualmente llevar a cabo una reforma del mercado de biocombustibles. Actualmente, la ley obliga a las refinerías a emplear cada vez más etanol fabricado a partir de productos agrícolas o, en su defecto, adquirir créditos llamados RIN (renewable identification number).
Este gesto no es suficiente para tranquilizar al sector petrolero, que milita desde hace varios años en favor de una modificación de las obligaciones impuestas a las refinerías.
“Lanzar al mercado un combustible que no es compatible con la gran mayoría de los vehículos no es acorde con los intereses de los consumidores”, aseguró el presidente de la federación profesional del sector petrolero, Mike Sommers, quien prevé recurrir a todos los medios jurídicos para intentar anular la nueva medida.