Las intenciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que la caravana migrante no llegue a la frontera se reforzarán con el despliegue de 5,200 militares -incluídos soldados armados- a la frontera de Estados Unidos con México, según informó este lunes un general estadounidense.

El jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Terrence O’Shaughnessy, dijo que 800 cuerpos ya se encontraban camino a la frontera con Texas y que serán 5,200 los que irán a la región suroeste para el final de la semana -poco más de los 1000 que se pronosticaban en un inicio-.

“Ese es sólo el comienzo de esta operación. Continuaremos ajustando la cantidad e informándoles (…) pero por favor, sepan que se suman a los 2,092 que ya están desplegados en nuestras tropas de la Guardia Nacional”, dijo el jefe del Comando a periodistas este lunes.

Previo al anuncio, el Pentágono rechazó hablar del número de soldados que enviaría y dijo que la planificación estaba en marcha para una misión que corre el riesgo de llevar al ejército de Estados Unidos a una operación políticamente cargada días antes de las elecciones intermedias del 6 de noviembre.

Trump, declaró el lunes mediante un tuit que los militares estarán esperando la llegada de los migrantes centroamericanos, que avanza rumbo al país del norte.

“Muchos miembros de pandillas y algunas personas muy malas se mezclan en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur”, escribió Trump. “Por favor, regresen, no serán admitidos en Estados Unidos a menos que pasen por el proceso legal. Esto es una invasión a nuestro país y nuestro ejército los estará esperando!”

Esto que sugiere un papel mucho más agresivo que los funcionarios de defensa comentaron en un principio.

Actualmente alrededor de  2,100 efectivos de la Guardia Nacional de Estados Unidos permanece en la frontera.

Las estimaciones sobre el tamaño de la caravana van desde 3,500 hasta 7,000 o más personas.

Algunos abandonaron el viaje, disuadidos por lo que este representa o por la posibilidad de empezar una nueva vida en México, sin embargo, la mayoría mantienen la fuerza para seguir el camino.

Las autoridades estadounidenses habían dicho a Reuters la semana pasada que los militares no tendrían un rol activo en hacer cumplir la ley y que más bien enviarán ingenieros, pilotos y personal de apoyo para lidiar con el control de grupos en la frontera.

Sin embargo, el Secretario de Defensa de el país vecino, Jim Mattis, autorizó la semana pasada el uso de tropas y recursos militares en la frontera sur de Estados Unidos.

Con información de Reuters

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