El expresidente colombiano, Álvaro Uribe, dio a conocer que la Suprema Corte de Justicia de ese país ordenó su detención, como parte de una investigación por supuesto fraude y soborno de testigos en un proceso en el que es acusado de vínculos con escuadrones paramilitares de ultraderecha.
Es la primera vez en la historia reciente de Colombia que el tribunal ordena privar de la libertad a un exmandatario. Uribe es el antiguo jefe de Estado más popular y polémico de ese país.
A través de su cuenta personal de Twitter, Uribe externo su “profunda tristeza” sobre la decisión de la corte.
La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la Patria
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) August 4, 2020
La Suprema Corte, que tiene prevista una declaración, no se ha manifestado al respecto.
Uribe es un prominente senador y es el mentor de Iván Duque, actual mandatario del país sudamericano.
La orden de captura podría agravar la situación judicial y política del país, así como incrementar la polarización del país que está políticamente dividido.
Uribe y el congresista Álvaro Hernán Prada son acusados de soborno y fraude, delitos para los que la legislación colombiana establece prisión de hasta 12 años.
El expresidente acusó en 2012 al senador izquierdista Iván Cepeda de organizar un complot para vincularlo falsamente con escuadrones paramilitares durante visitas a antiguos integrantes de esos grupos en cárceles.
Pero, en febrero de 2018, el tribunal especializado en asuntos penales que involucran legisladores, dijo que Cepeda había recopilado información como parte de su trabajo y que no había pagado ni presionado a exparamilitares. En cambio, la corte aseguró que Uribe sí presiono a testigos a través de terceros.
No sería el primer expresidente en Latam
Uribe se une a la lista de otros exmandatarios que terminaron implicados en proceso judiciales y en la cárcel después de gobernar sus países como el brasileño Luiz Inácio da Silva y el peruano Alberto Fujimori.
Antes de que Uribe divulgara la decisión del tribunal, el presidente Duque dijo que el exmandatario debía poder defenderse en libertad con todas las garantías.
Uribe, quien durante su gobierno entre 2002 y 2010, lanzó una ofensiva militar contra las guerrillas izquierdistas, ha cuestionado la independencia de la corte y ha declarado su inocencia.
En mi designio de vida está combatir la infamia, desde la libertad o desde la cárcel. Que se sepa toda la verdad sobre estos hechos
dijo Uribe recientemente.
Con su detención, el partido Centro Democrático pierde a su principal líder en el Congreso, donde Duque busca impulsar reformas económicas y sociales para aliviar los estragos de la pandemia por COVID-19.
La ausencia del Congreso y de la actividad política del expresidente podría debilitar la cohesión de su partido Centro Democrático. La agrupación tiene 51 de los 280 curules del parlamento y necesita alianzas para impulsar su agenda.
Uribe y algunos de sus familiares son señalados por sus opositores de supuestos lazos con escuadrones paramilitares de ultraderecha, que han sido acusados de violaciones a los derechos humanos, pero la actual investigación de la Corte es la única que ha avanzado en el tema.
Los escuadrones paramilitares fueron grupos armados ilegales que surgieron en la década de 1980 financiados por ganaderos, terratenientes y comerciantes para protegerse de los ataques de la guerrilla izquierdista pero que se desbordaron con sus sangrientos ataques.