La cifra de víctimas mortales a raíz del sismo ocurrido el pasado 28 de marzo en Myanmar ya supera los 2,000, a la par que los equipos de rescate enfrentan complicaciones para encontrar a las personas atrapadas y acceder a los lugares en donde se encuentran.
El número exacto de fallecidos no está del todo claro, pues los medios de comunicación tienen restringido el acceso al país desde que una junta militar tomó el poder en un golpe de Estado en 2021.
Medios locales reportaron 2,065 personas muertas, 3,900 heridos, y más de 270 desaparecidos, y dijeron que el gobierno militar declaró un periodo de luto de una semana a partir de este lunes.
Por su parte, The Wall Street Journal citó cifras de la junta militar, según las cuales el número de fallecidos en Myanmar asciende a 2,028; mientras que el opositor Gobierno de Unidad Nacional cifró el número de muertos en 2,418.
Min Aung Hlaing, jefe de la junta militar, advirtió este fin de semana que el número de víctimas mortales todavía puede subir.

El rescate en Myanmar se complica
La situación de golpe de Estado en que Myanmar se encuentra está complicando la recuperación de las víctimas y de posibles sobrevivientes.
El acceso a todas las víctimas es un problema (…) dada la situación de conflicto. Hay muchos problemas de seguridad para acceder a algunas zonas del frente en particular
dijo Arnaud de Baecque, representante residente del Comité Internacional de la Cruz Roja en Myanmar.
China, India y Tailandia se han solidarizado con Myanmar enviándole material y equipo de rescate, junto con ayuda y personal de Malasia, Singapur y Rusia. A la par, Naciones Unidas anunció el rápido envío de suministros de ayuda a los sobrevivientes.
Nuestros equipos en Mandalay se están uniendo a los esfuerzos para ampliar la respuesta humanitaria a pesar de haber pasado por el trauma ellos mismos
dijo Noriko Takagi, representante de la ONU para los refugiados en Myanmar.
Tavida Kamolvej, subgobernador de Bangkok, dijo que los equipos de rescate se encuentran estudiando la forma de acceder a la zona donde se detectaron señales de vida tres días después del sismo, y que a pesar de que las posibilidades de supervivencia se reducen después de 72 horas, no se detendrán en la búsqueda.
Las posibilidades realistas de supervivencia disminuyen después de 72 horas. Tenemos que acelerar. No vamos a parar ni siquiera después de 72 horas
dijo Kamolvej.
Con información de Reuters
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