El nuevo primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, buscará solucionar el ‘desastre’ dejado por su predecesora, Liz Truss, así como restaurar la fe en la economía y abordar una “profunda crisis económica”. Sin embargo, advirtió que ello conlleva tomar “decisiones difíciles” para el país.

En un mensaje enviado desde su oficina en Downing Street, el funcionario habló sobre sus predecesores, Truss y Boris Johnson. Sobre la primera afirmó que si bien cometió errores, no “nacieron de mala voluntad o malas intenciones”

He sido elegido como líder de mi partido y primer ministro, en parte para arreglarlos; un trabajo comienza de inmediato. Pondré la estabilidad económica y la confianza en el centro de la agenda de este gobierno, lo que significa que hay decisiones difíciles que están por venir

comentó Sunak. 

Asimismo, refirió que durante su mandato se guiaría por las promesas realizadas por Johnson, parte de la visión del partido conservador cuando obtuvo la victoria en las elecciones de 2019. 

Sunak asume el liderazgo del pueblo británico en un contexto donde los precios de la energía y de los alimentos siguen aumentando, consciente de la compleja situación que atraviesa la nación actualmente. 

​​Estoy aquí ante ustedes, listo para guiar al país hacia el futuro, para poner sus necesidades por encima de la política, para extender la mano y construir un gobierno que represente las mejores tradiciones de mi partido

dijo el primer ministro. 

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Reino Unido, con una crisis profunda

Si bien con la llegada de Sunak la libra esterlina ha mostrado ligeros signos de recuperación, esto no resulta suficiente para la profunda crisis arrastrada por la moneda británica, lo que mantiene la incertidumbre sobre si la mejora es temporal o no. 

Sunak es el tercer primer ministro de Reino Unido en un periodo de dos meses, una situación que revela la inestabilidad por la que atraviesa el país. 

Durante su mandato, se espera que aplique profundos recortes en el gasto, con el objetivo de reconstruir la reputación fiscal de la nación, justo cuando el país se encamina hacia una recesión, arrastrado por el aumento en el precio de servicios y productos básicos. 

Reino Unido se encuentra en un estado de “permacrisis” desde que en 2016 decidió abandonar la Unión Europea.

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Con información de Reuters