Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están marcadas por la recuperación desigual de las economías en los siete estados clave que podrían definir el resultado. A medida que los comicios se intensifican, el foco se ha centrado en cómo las condiciones económicas locales influirán en el voto.
La economía estadounidense ha mostrado signos de recuperación desde la recesión provocada por la pandemia de COVID-19, aunque esta recuperación ha estado empañada por la inflación. Sin embargo, el panorama en estos siete estados clave —que representan un conjunto de 61 millones de personas— es mixto.
Arizona, Georgia y Carolina del Norte han visto un crecimiento rápido impulsado por las inversiones y la llegada de personas. Mientras que estados industriales como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin enfrentan un crecimiento más moderado y desafíos poblacionales. En Nevada, la sombra de la pandemia todavía pesa sobre las elecciones de este año.
La diversidad cultural, otro factor clave
Según la encuesta de Bloomberg, la economía se ha posicionado como la principal preocupación para los votantes en estos estados. Donald Trump ha sido considerado el candidato más confiable en cuestiones económicas, aunque Kamala Harris ha acortado la brecha en áreas específicas, como el costo de la vivienda.
La población de Estados Unidos ha crecido, impulsada por una mayor diversidad, lo que ha llevado al expresidente a tratar de conectar con votantes asiáticos, negros e hispanos. No obstante, los cambios demográficos también han contribuido a la desigual recuperación en estos estados clave.
Por ejemplo en Pensilvania, la recuperación ha sido más rápida en áreas metropolitanas, mientras que el 40% de la población del estado reside en condados que aún no han recuperado su Producto Interno Bruto (PIB) anterior a la pandemia.
La lenta recuperación en esos estados a menudo ha estado acompañada de descensos de la población, una tendencia observada en áreas de otros estados clave industriales como Michigan y Wisconsin. Muchos de estos condados son en los que Donald Trump ganó las elecciones de 2020 y las encuestas apuntan que volverá a ganar este año.
La preocupación por el costo de vida y las elecciones
El índice de miseria, que combina las tasas de desempleo e inflación, muestra que estados como Michigan, Nevada y Pensilvania están entre los más afectados. A pesar de esto, muchos trabajadores han visto aumentos salariales, aunque el crecimiento del empleo no siempre ha acompañado a la disminución del desempleo en estos estados.
La creciente preocupación por el costo de la vivienda y el alquiler también está afectando la percepción de la economía entre los votantes como parte de una ansiedad más amplia por un reajuste de precios del sueño americano que ha hecho que los hitos clave de la clase media estén más fuera del alcance
Con una variedad de temas en juego, desde derechos reproductivos hasta la seguridad fronteriza, la economía seguirá siendo un factor crucial en la decisión electoral, aunque para muchos votantes, el contexto local será más relevante que las tendencias nacionales.
Con información de Bloomberg
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