Una nueva variante de COVID-19 se propaga rápidamente en Gran Bretaña y ha suscitado gran preocupación entre sus vecinos europeos, algunos de los cuales han suprimido las conexiones de transporte.
La cepa, a la que algunos expertos se refieren como el linaje B.1.1.7, no es la primera variante nueva del virus pandémico que surge, pero se dice que es hasta 70% más transmisible que la cepa anteriormente dominante en el Reino Unido.
¿El mundo debería preocuparse?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el lunes que espera tener pronto más detalles sobre el posible impacto de una nueva cepa de coronavirus altamente infecciosa, en momentos en que numerosos países están cerrando sus fronteras con Reino Unido debido a temores sobre su propagación.
No hay evidencia de que la variante del virus incremente la severidad de la enfermedad, aunque es más transmisible, dijeron funcionarios, citando análisis de Reino Unido.
Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para COVID-19, dijo que los científicos ya analizan la respuesta de anticuerpos de la estructura del virus y esperan resultados en los próximos días.
Sin embargo, mayoría de los científicos se dicen preocupados. La nueva variante se ha convertido rápidamente en la cepa dominante en los casos de COVID-19 en partes del sur de Inglaterra, y se ha relacionado con un aumento de las tasas de hospitalización, especialmente en Londres y en el condado adyacente de Kent.
Si bien se vio por primera vez en Gran Bretaña en septiembre, en la semana del 9 de diciembre en Londres 62% de los casos de COVID-19 se debieron a la nueva variante, lo que se compara con 28% de los casos tres semanas antes.
Los gobiernos de Australia, Italia y los Países Bajos dicen que detectaron casos de la nueva cepa, en el último se encontró a principios de diciembre.
Unos pocos casos de COVID-19 con la nueva variante también han sido reportados al ECDC, la agencia de monitoreo de enfermedades de Europa, por Islandia y Dinamarca. Reportes de medios de comunicación en Bélgica dicen que también se han hallado casos allí.
La vacuna contra COVID-19 y las pruebas de detección
Los científicos dicen que no hay pruebas de que las vacunas que aplican actualmente en Reino Unido -elaboradas por Pfizer y BioNtech- u otras en desarrollo no protegerán contra esta variante de COVID-19.
“Es poco probable que esto tenga algo más que un efecto menor, si es que lo tiene, en la eficacia de la vacuna”, dijo Adam Finn, especialista en vacunas y profesor de pediatría en la Universidad de Bristol.
El asesor científico principal de Gran Bretaña, Patrick Vallance, también dijo que las vacunas COVID-19 parecían ser adecuadas para generar una respuesta inmunológica a la variante del coronavirus.
“No estamos viendo (…) ningún cambio importante en la proteína de punta (spike) que reduzca la eficacia de la vacuna hasta ahora”, dijo Julian Tang, profesor y virólogo clínico de la Universidad de Leicester.
Respecto a las pruebas, una de las mutaciones en la nueva variante afecta a uno de los tres objetivos genómicos usados por algunas pruebas de PCR. Esto significa que en esas pruebas, esa área o “canal”, saldría negativa.
“Esto ha afectado la capacidad de algunas pruebas para detectar el virus”, dijo Robert Shorten, experto en microbiología de la Asociación de Bioquímica Clínica y Medicina de Laboratorio.
Sin embargo, dado que las pruebas de PCR generalmente detectan más de un objetivo genético, una mutación en la proteína de punta sólo afecta parcialmente a la prueba, lo que reduce el riesgo de resultados negativos falsos.