México destinará los yacimientos petroleros descubiertos al consumo interno y dejará de exportar petróleo crudo e importar gasolinas, además de que está actualizando sus plantas hidroeléctricas para reducir el consumo de combustóleo y carbón en generación eléctrica, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su intervención en la cumbre climática virtual convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Se trata de acciones que ya habían sido anunciadas y que han sido cuestionadas por analistas debido a su poca ambición y sus contenidos alcances.

La política petrolera es un giro de timón que la administración de Pemex ya había adelantado en su Plan de Negocios 2021-2025. Sin embargo, la intención de reducir las importaciones de gasolina significa aumentar la refinación nacional, lo que aumentaría también la producción de combustóleo debido al mal estado del Sistema Nacional de Refinación. Este excedente del subproducto es una de las razones principales para la propuesta de cambios a la Ley de la Industria Eléctrica, que ha sido criticada por organizaciones ambientales.

Incluso sin el impulso que traería la reforma a la LIE, el gobierno ha aumentado el consumo de combustóleo en distintas instalaciones de generación en el bajío y centro del país, lo que contrasta con la intención que expresó el presidente de reducir el consumo de este hidrocarburo en la generación eléctrica nacional.

Datos del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire proyectan que, si se cumplen las metas de producción y refinación establecidas por el gobierno federal, el consumo de combustóleo en plantas termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría pasar de 23,124 barriles diarios en 2020 a hasta 266,976 barriles diarios en 2024. Esto representaría el 70% del total del consumo de las plantas termoeléctricas.

La actualización de las plantas hidroeléctricas tampoco parece viable como una solución única para reducir el consumo de carbón y combustóleo. En tiempos recientes, el sistema de generación hidroeléctrico ya tuvo controversias relacionadas con el nivel del agua en distintas presas, y datos del monitor de sequía de Comisión Nacional del Agua muestran que 2021 podría presentar sequías similares a las de 2013, y que sólo Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y algunas áreas de Oaxaca y Veracruz no presentan climas anormalmente secos.

Expertos del mercado eléctrico han criticado el enfoque de la administración de López Obrador de impulsar la generación hidroeléctrica, y han destacado que es cierto que el gobierno no puede controlar el sol y el viento, pero tampoco puede controlar la lluvia ni los niveles de agua necesarios para una generación confiable.

Finalmente, durante su intervención en la cumbre climática, el presidente destacó el papel del programa Sembrando Vida como una herramienta para la reducción de emisiones, y reiteró la invitación al presidente estadounidense Joe Biden para que ambos gobiernos lo impulsen de manera conjunta en el sureste de México y en Centroamérica, con un elemento de facilidad migratoria.

Anaíd Velasco, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, dijo que esta propuesta llama la atención si tomamos en cuenta que el presidente se ha mostrado en contra de políticas intervencionistas transfronterizas. Además, destacó que la forma de estructuración e implementación de Sembrando Vida no necesariamente mitiga la emisión de gases, pues ha sido un incentivo perverso para deforestar o propiciar el cambio de uso de suelo de vegetación nativa.

“No creo que sea papel del presidente intervenir en cómo otros países hacen su política climática, y tampoco que sea el programa adecuado para mitigar emisiones cuando estructuralmente no estás cambiando tu política energética, que es una de las causas de estos fenómenos”, dijo la experta.

El Instituto de Recursos Mundiales dijo que el año pasado en México se deforestaron 80,000 hectáreas, por lo que el impacto del plan tampoco queda totalmente claro. Estados Unidos ya ha descartado la petición mexicana.

La mejor alternativa para reducir las emisiones nacionales, según varios expertos, sería continuar con las Subastas de Largo Plazo que fueron llevadas a cabo por la administración anterior. Sin embargo, la administración actual ha señalado en múltiples ocasiones que las energías renovables tienen que ser respaldadas por CFE, quien asume todos los gastos, a pesar de que existen herramientas como el almacenamiento que podrían corregir esta situación, pero que no están contempladas en las dos versiones de la LIE.