Las celebraciones por el 70 aniversario de la instauración de la República Popular en China este martes se dieron en medio de la intensificación de las protestas en Hong Kong, que dejaron un herido de bala.

La policía de Hong Kong disparó a un adolescente de 18 años en un hombro, la primera vez que un manifestante es alcanzado por munición real en los cuatro meses que llevan las protestas.

“Un gran grupo de alborotadores estaba atacando a oficiales de policía en Tsuen Wan. Los oficiales les advirtieron, pero siguieron con los ataques. La vida de un policía corrió grave peligro. Para salvar su vida y la de otros oficiales dispararon al atacante”, argumentó la policía en un comunicado.

Los manifestantes, quienes piden una mayor apertura democrática, salieron a las calles en un intento de quitarle el protagonismo a Pekín, denunciando lo que consideran una merma de sus libertades especiales.

El presidente chino, Xi Jinping, prometió el lunes que su país “seguirá aplicando íntegra y fielmente el principio de ‘un país, dos sistemas”.

Esta modalidad de política estará vigente hasta 2047 y les permite a los hongkoneses gozar en teoría de ciertas libertades de las que no disfrutan los ciudadanos del resto de China.

China presume poderío militar

El desfile por el 70 aniversario de la República Popular China tuvo invitados de honor: tanques, misiles y aviones de combate.

Durante su discurso, Xi destacó el crecimiento que ha tenido el gigante asiático a lo largo de siete décadas.

Nada puede hacer que los pilares de nuestra gran nación se tambaleen. Nada puede impedir que la nación y el pueblo chinos avancen,

dijo el presidente chino desde la puerta de Tiananmen de Pekín, el lugar en el que Mao Zedong proclamó la fundación de la República Popular el 1 de octubre de 1949.

Seguido del discurso, Xi comenzó a pasar revista a las tropas a bordo de un vehículo descapotable.

Unos 15,000 soldados, cientos de tanques, misiles y aviones de combate desfilaron por la Avenida de la Paz Eterna bajo la mirada de Xi.

El objetivo es celebrar el camino recorrido por China desde que era un país devastado por la guerra y la pobreza hasta convertirse en la segunda mayor economía del mundo.

El Ejército Popular de Liberación mostró sus nuevas armas, entre ellas el DF-41, un misil balístico intercontinental con capacidad nuclear y un rango suficiente como para alcanzar cualquier punto de Estados Unidos, y el DF-17, un lanzador de planeadores hipersónicos.

Con información de AFP y Reuters