Las protestas en EU continúan mientras los debates sobre el encierro continúan teñidos de un tono partidista rumbo a las elecciones del país vecino del norte
Cerca de 200 manifestantes, según la policía de Michigan, se reunieron fuera del capitolio del estado, desafiando la orden de permanecer en casa lanzada por la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer. Algunos de ellos llevaban armas de fuego.
“Defiende nuestra Constitución. ¡Patriotas de pie!”, rezaban los carteles de los manifestantes, que en varios casos mostraron su apoyo al presidente Donald Trump.
Se espera que Michigan, estado del medio oeste y hogar de la industria automotriz de Estados Unidos, juegue un papel clave en las elecciones presidenciales de noviembre. En los últimos días se erigió como un punto sobresaliente para la oposición de derecha ante el confinamiento.
Con más de 48,000 casos de COVID-19 y 4,714 muertes, Michigan tiene la cuarta mayor cantidad de muertes por el virus en el país.
Whitmer, posible compañera de Joe Biden en la fórmula presidencial demócrata, impuso severas órdenes de confinamiento en su intento por detener el brote.
La gobernadora extendió hasta el 28 de mayo las restricciones impuestas desde el 24 de marzo, pero flexibilizó algunas medidas para actividades comerciales y recreativas.
“Es un momento difícil, hay mucha ansiedad, hay mucho miedo”, dijo el jueves Whitmer a MLive. “Aún ahora mismo, es más importante que nunca que estemos atentos (…) Si la gente baja la guardia podríamos ver la COVID-19 empezar a subir de nuevo”, añadió.
La gobernadora señaló que éste no debería ser un “momento político” y condenó los despliegues de banderas confederadas y del “simbolismo nazi” en las protestas.
Las protestas se han convertido en “manifestaciones políticas donde la gente viene con banderas confederadas y simbolismo nazi y pide violencia”, aseguró.
Según una encuesta del Washington Post e Ipsos, 72% de los residentes en Michigan dijeron que aprueban las acciones de Whitmer, mientras que 25% las desaprobó.
El sondeo indicó además que sólo 43% de los encuestados aprobó el manejo de Trump ante la pandemia, que ya dejó más de 84,000 muertos en la potencia mundial.
Sin embargo, las decisiones políticas sobre la pandemia pegan fuerte en la campaña preelectoral.
Donald Trump derrotó a Hillary Clinton por apenas 10,000 votos en Michigan en 2016, y ganar este estado se considera crucial para sus esperanzas de reelección.
El actual presidente y futuro candidato republicano se lanzó al debate sobre el confinamiento en Wisconsin, también gobernado por un demócrata y visto como otra pieza clave rumbo a la reelección.
La Corte Suprema del estado, dominada por los conservadores, revocó el miércoles las órdenes de confinamiento dictadas por el gobernador Tony Evers.
Si bien Wisconsin no es uno de los estados más afectados por el virus, registra más de 10,900 casos y más de 400 muertes.
“El Gran Estado de Wisconsin … acaba de recibir otra victoria”, tuiteó Trump. Los tribunales obligaron a su gobernador demócrata a dejar que el Estado se abriera. La gente quiere seguir con sus vidas”, concluyó.
Según algunos medios, la campaña de Trump se centrará en cuestionar el historial político de Joe Biden, y discutir que el candidato demócrata tiene una mala puntuación cuando se trata de “velar por los intereses americanos”.
La campaña se adaptará a intereses regionales y atacará al demócrata en su récord ante China, su política climática e incluso su estado mental.
Michigan y Wisconsin se unen a Pennsylvania, estado natal de Biden, como los terrenos más importantes para las metas de ambas campañas presidenciales. Pennsylvania tendrá su elección primaria el próximo 2 de junio.