El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil se contrajo 4.1% en 2020, con lo que la mayor economía de América Latina culminó una nueva ‘década perdida’, con un promedio anual de crecimiento de 0.30%, más bajo que entre 1981 y 1990, cuando fue de 1.66%.

La caída del PIB del año pasado es la mayor desde el inicio de la actual serie histórica en 1996 y la tercera desde inicios del siglo 20, después de las de 1981 (-4.25%) y 1990 (-4.35%), en la llamada “década perdida” de América Latina por la crisis de la deuda.

El resultado, divulgado este miércoles por el instituto oficial de estadísticas IBGE, es algo mejor que la contracción promedio de 4.2% pronosticada por 40 analistas consultados por el diario Valor.

El único sector de Brasil que registró un crecimiento fue el agropecuario (2%), con exportaciones dinamizadas por el derrumbe del real frente al dólar que aumentaron la competitividad de los productos locales, en tanto que la industria se contrajo 3.5% y los servicios cayeron 4.5%. 

Por el lado de la demanda, las inversiones retrocedieron 0.8% y el consumo de los hogares se hundió 5.5%, moderando pese a todo el derrumbe de 13% registrado entre enero y junio. 

El Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana sumó 7.4 billones de reales (1.43 billones de dólares, al cambio promedio de 2020). 

El PIB per cápita registró por su lado una caída de 4.8%, a 35,172 reales (6,820 dólares), indicó el IBGE. 

El desplome económico de Brasil en 2020 fue mucho menor del que auguraba el FMI (-9.1%) y que el de otras economías regionales, como México (-8.5%) o Argentina (-10%), gracias a las ayudas otorgadas por el gobierno desde abril a diciembre a casi un tercio de los 212 millones de brasileños.

Para el economista Jefferson Laatus, estratega jefe del Grupo Laatus, el PIB “no sorprendió y el alza del dólar, que favoreció mucho las exportaciones agrícolas, ayudó bastante a evitar una caída más significativa”.

Recuperación amenazada por la pandemia 

Brasil se recuperaba a duras penas de la crisis de 2015-2016, cuando su PIB se contrajo 6.7% en dos años, pero la pandemia, que ya dejó más de 257,000 muertos en el país, lo sumió en la recesión en el segundo trimestre de 2020.

Gracias a las ayudas de emergencia, se recuperó con fuerza en el tercer trimestre (+7.7%) y culminó el cuarto con un crecimiento de 3.2% respecto al trimestre anterior, por encima del 2.8% estimado por los analistas.

Los subsidios se cortaron sin embargo en enero, en medio de una nueva fase de recrudecimiento de la enfermedad, que está dejando por primera vez más de 1,200 muertos por día en promedio semanal. 

Es un panorama agravado por la lentitud de la campaña de vacunación y la confusión provocada por los cuestionamientos del presidente Jair Bolsonaro a la eficacia de las vacunas y a las medidas de confinamiento.

El crecimiento trimestral de 3.2% en el cuarto trimestre, superior a las expectativas, confirma que la economía  [brasileña] tuvo el año pasado uno de los mejores resultados de América Latina,

escribió la consultora Capital Economics

“Pero fuertes evidencias sugieren que la recuperación se ha ralentizado este año, en tanto que la agravación del brote de COVID-19 oscurece las perspectivas durante los próximos meses como mínimo”, agregó.

Los analistas prevén una nueva caída del PIB en el primer trimestre de 2021, con un segundo trimestre en duda y un repunte en la segunda mitad del año, que debería cerrar con una expansión de 3.29%.