La pandemia de COVID-19 golpeó fuertemente a la economía mundial, pero sin duda la de China fue de las más afectadas. Hace apenas unos meses, el gobierno del gigante asiático puso fin a la política Zero Covid, con lo cual se esperaba un repunte importante de forma acelerada, situación que no ha ocurrido y por el contrario se ve cada vez más complicada ante la debilidad mostrada en el sector inmobiliario. 

Zhongrong International Trust, que tradicionalmente contaba con una exposición inmobiliaria considerable, no pagó docenas de productos de inversión desde finales del año pasado, indicó un funcionario a los inversionistas de la firma.

 

A ello se le suma una caída en los precios de las vivienda, lo que está abonando a la idea de que la profundización de la crisis del sector inmobiliario de China está sofocando el poco impulso que le queda a la economía del país.  

Los precios de las casas nuevas retrocedieron 0.2% durante julio en su comparativa mensual y 0.1% en la interanual, de acuerdo con cálculos de Reuters basados en datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por su sigla en inglés).

Si bien este fue el primer retroceso del indicador en lo que va del año, la situación en 35 ciudades pequeñas es más grave, ya que acumularon un total de 17 meses consecutivos descendiendo

Las problemáticas ya comienzan a hacer estragos en la perspectiva de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de China este año. Barclays fue uno de los bancos que recortó su pronóstico luego de conocer los débiles datos publicados este martes, de 4.9% a 4.5%.

Incluso algunos economistas han dicho que muchos consumidores y pequeñas empresas ya empiezan a sufrir como sucede en una recesión, debido al desempleo récord por encima de 21% entre los jóvenes y a las presiones de precios deflacionarios que reducen los márgenes de ganancias. 

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El caso de Country Garden

El empeoramiento de la crisis de la deuda de los principales desarrolladores, incluido Country Garden, ha ahuyentado a compradores e inversionistas inmobiliarios durante más de un año. 

Country Garden prometió una “vida de cinco estrellas” a la población en ciudades más pequeñas y menos populares del territorio chino; sin embargo, la difícil situación que vive actualmente ha generado temores de que su deuda se extienda a través de una economía estancada. 

En 2022, Country Garden realizó el 62% de sus ventas en áreas más pequeñas y menos conocidas que incluyen las llamadas ciudades de nivel tres y cuatro, como la ciudad norteña de Dezhou y Maoming en el sur. 

Pero a medida que la economía de China comenzó a desacelerarse durante y después de los cierres de COVID-19, las ventas de propiedades en esas áreas se desplomaron junto con los valores de las casas.

Las ventas de Country Garden en 2020 fueron de 570,700 millones de yuanes, pero se redujeron a 357,500 millones de yuanes en 2022. 

Esto ha llevado a que la compañía advirtiera que existe una “gran incertidumbre” relacionada con el pago de sus bonos y agregó que la operación de algunos de sus papeles a nivel local seguirá suspendida.

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Con información de Reuters y Bloomberg