Países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aceptaron iniciar una investigación independiente de su respuesta a la pandemia, que ya ha cobrado más de 318,000 vidas, durante su asamblea este martes.
Entre los países que conforman la organización, Estados Unidos y China adoptaron una resolución que prevé iniciar “lo antes posible un proceso de evaluación imparcial, independiente y completa” de la acción internacional coordinada por la OMS.
El acuerdo responde a las acusaciones del presidente Donald Trump, para quien la institución es una “marioneta de China”, donde brotó el virus a fines de 2019. El mandatario amenazó con congelar indefinidamente la financiación a esta agencia de la ONU e incluso con retirar la membresía de su país si no hace “mejoras sustanciales” en 30 días.
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Ante estas declaraciones, el gobierno chino acusó a Trump de utilizar a China para “eludir sus obligaciones” ante la OMS. “Es un error de cálculo y Estados Unidos ha elegido el objetivo equivocado”, afirmó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian.
This is the letter sent to Dr. Tedros of the World Health Organization. It is self-explanatory! pic.twitter.com/pF2kzPUpDv
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 19, 2020
Por su parte, Rusia, que se acerca a los 300,000 casos de contagio pero donde la situación parece estabilizarse, criticó a Estados Unidos por querer “quebrar” la agencia de la ONU.
“Nos oponemos a la quiebra (de la OMS) que obedecería a intereses políticos y geopolíticos de un solo Estado, es decir, de Estados Unidos”, dijo el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov.
Terciando en la polémica, la Unión Europea (UE) expresó su apoyo a la OMS, indicando que “es el momento de la solidaridad, no de señalar con el dedo o socavar la cooperación multilateral”.
En medio de la investigación, una vacuna
Trump considera que la OMS ignoró los informes sobre la aparición del virus y le reprocha ser demasiado indulgente con las autoridades chinas en su manejo de la pandemia de la COVID-19, que en Estados Unidos, el país más castigado, deja más de 90,000 muertos y ha contagiado a 1.5 millones de personas.
Pero a pesar de la tensión entre la OMS y Washington, signos de optimismo han surgido con los todavía preliminares pero muy alentadores resultados para desarrollar una cura o una vacuna, en cuya producción están inmersos paralelamente más de un centenar de laboratorios del mundo.
En China, un medicamento en fase de prueba en la prestigiosa Universidad de Pekín (“Beida”) permitiría no sólo acelerar la curación de los enfermos, sino también inmunizar temporalmente contra la enfermedad, dijo en entrevista con la AFP el investigador Sunney Xie.
Y en Estados Unidos, la empresa de biotecnología Moderna, una de las más avanzadas en la carrera por la vacuna, anunció resultados preliminares alentadores al probarla en ocho voluntarios, antes de realizar ensayos a gran escala en julio.
Pero mientras llega ese momento, Trump sorprendió al mundo anunciando que toma hidroxicloroquina –motivo de controversia entre los científicos– “desde hace una semana y media” con aprobación del médico de la Casa Blanca a pesar de no presentar “ningún síntoma” de la enfermedad.