La Organización Mundial de Comercio (OMC) autorizó este miércoles a China a imponer aranceles a productos de Estados Unidos por valor de 645 millones de dólares, en represalia por medidas antidumping estadounidenses, en una disputa que se remonta a 2012.

A la luz de los argumentos y las pruebas presentadas por las partes en este procedimiento, hemos determinado que el nivel adecuado (…) no exceda los 645,121 millones de dólares al año

dijo el arbitraje de la OMC en un informe.

De inmediato, el gobierno de Estados Unidos calificó de “profundamente decepcionante” la autorización dada por la OMC a China para imponer los aranceles.

“La decisión profundamente decepcionante del árbitro de la OMC refleja interpretaciones erróneas del órgano de apelaciones, que perjudican la capacidad de los miembros de la OMC de defender a nuestros trabajadores y nuestras empresas contra subsidios chinos que tergiversan los intercambios”, reaccionó Adam Hodge, portavoz de la representante comercial estadounidense, en un comunicado.

Según el vocero, la decisión “refuerza la necesidad de reformar las reglas de la OMC para resolución de controversias”.

No dejes de leer: PIB de China creció 8.1% en 2021, la mayor expansión de la década

Estados Unidos no puede apelar esta decisión, pero la luz verde de la OMC no prejuzga la decisión de China de imponer o no esas sanciones, total o parcialmente, bajo la forma de sobretasas sobre una serie de productos estadounidenses.

Litigio de tiempo

China había reclamado en un primer momento la posibilidad de hasta 2,400 millones de dólares al año, luego redujo sus expectativas a 788.75 millones. Estados Unidos había argumentado que el nivel adecuado no debería superar los 106 millones de dólares al año.

La decisión de la OMC se enmarca en un viejo litigio entre las dos potencias económicas sobre las medidas antidumping aplicadas por Estados Unidos a múltiples productos chinos: acero, mástiles eólicos, papel y tubos.

En 2012, la OMC estableció un grupo de expertos a petición de China.

Por su parte Estados Unidos había justificado esas medidas argumentando la necesidad de compensar las subvenciones chinas a determinados sectores industriales.