Estados Unidos se prepara para sostener elecciones el próximo año, y uno de los temas más importantes para el electorado es el de la migración, que tiene en el muro fronterizo un símbolo que ha sido criticado por expertos y políticos de ambos lados del espectro. Trump prometió avances en este frente durante la elección de 2016, ¿qué tan reales han sido estos avances y qué papel jugarán en las elecciones?
Desde que asumió el cargo, el presidente ha trabajado sistemáticamente para politizar el sistema migratorio estadounidense y polarizar a los americanos en este tema. Creo que el presidente está realizando un intento calculado de agravar las dinámicas regionales de migración por una ganancia política a expensas de nuestra seguridad nacional.
Bob Menendez, senador demócrata y miembro del Comité de Relaciones Internacionales
El muro, que se alzó como uno de los temas más controversiales durante la campaña, ha resultado ser un tema más complicado de lo que esperaba la administración. Su construcción fue mandada a través de una orden ejecutiva a principios de 2017, pero esta acción no tuvo un efecto inmediato debido a dudas sobre el financiamiento de las obras.
Entre 2018 y 2019, el gobierno federal estadounidense sufrió un cierre parcial durante 35 días, después de que Trump anunciara que vetaría cualquier propuesta de presupuesto que no incluyera 7,000 millones de dólares para la construcción del muro. El conflicto finalizó sin la promesa de nuevos fondos para el muro.
En febrero, Trump declaró una emergencia nacional con el objetivo de asignar fondos al muro provenientes de otras áreas de gobierno. La declaración trajo el rechazo de demócratas y republicanos que firmaron una orden para revertir la declaración, aunque esta fue vetada. En julio, la Suprema Corte admitió la reasignación de 2,500 millones de dólares destinados a la lucha contra el narco para ser utilizados en obras fronterizas.
En septiembre, otros 3,600 millones, originalmente destinados a obras militares, fueron asignados a la frontera. Sin embargo, apenas el 10 de diciembre, un juez federal en El Paso, Texas, bloqueó el plan y determinó que la administración no tiene la autoridad para reasignar fondos según su conveniencia.
La administración estadounidense reporta que cerca de 125 kilómetros de muro han sido construidos, pero Mark Morgan, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza admitió en una conferencia de prensa el mes pasado que la totalidad de esta construcción se ha dado en áreas que ya tenían algún tipo de barrera fronteriza.
Esta construcción, además, ha estado envuelta en una polémica relacionada con la elección de la compañía constructora. Trump ha apoyado de forma importante a Fisher Industries, una compañía de Dakota del Norte dirigida por un importante donador del Partido Republicano. Este impulso ha frustrado a miembros del gabinete de seguridad, debido a que la empresa presentó un prototipo que no cumplía con las especificaciones requeridas para el contrato. Trump ha prometido construir al menos 725 kilómetros de muro el próximo año.
David Graham, periodista de The Atlantic, considera que el mayor atractivo de Fisher es la promesa de realizar la obra lo más rápido posible, por lo que a la administración podría no importarle que resulte más cara o menos eficiente, con tal de que se presente un avance previo a las elecciones.
Los precandidatos presidenciales por el Partido Demócrata se encuentran divididos frente a las acciones necesarias en la frontera: Bernie Sanders y Elizabeth Warren han hecho público su rechazo a destinar más fondos a la construcción de un muro, mientras que Cory Booker y Julián Castro incluso han externado la necesidad de demoler el muro en algunas comunidades. Joe Biden y Pete Buttigieg, dos de los precandidatos con mayor apoyo, no han externado una opinión todavía.
La migración seguirá siendo un tema importante para las siguientes elecciones, por lo que el muro será un tema más o menos importante en la medida que el candidato o candidata opositor sea capaz de transmitir al electorado que la migración trae beneficios, y que es posible regularla sin la necesidad de una barrera física, explicó Josiah Heyman, Director del Centro de Estudios Inter-Americanos y Fronterizos.