El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, espera que las sanciones impuestas por Estados Unidos se alivien pronto y así dar entrada a la llegada de inversiones extranjeras, dijo en entrevista con Bloomberg.
Venezuela se va a convertir en la tierra de las oportunidades. Invito a los inversionistas estadounidenses, no se queden atrás,
aseveró el mandatario
De lograr que Estados Unidos sea más flexible con Venezuela y llegue la inversión extranjera, Maduro podría asegurar su legado como abanderado del chavismo, la peculiar forma de nacionalismo de izquierda de ese país.
En los últimos meses, demócratas como Gregory Meeks, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el representante Jim McGovern y el senador Chris Murphy, han argumentado que Estados Unidos debería reconsiderar su política.
Maduro, que últimamente rara vez sale de Miraflores o de la base militar donde duerme, lleva esperando una señal que indique que el gobierno de Biden está listo para negociar.
“No ha habido ni una señal. Ninguna”, señaló Maduro, quien asumió el poder en 2013.
La relación entre ambos países se intensificó cuando el presidente Trump impuso sanciones a Venezuela por violaciones de derechos humanos, elecciones arregladas, tráfico de drogas, corrupción y manipulación de divisas, lo cual parece poco probable que se llegue a un acuerdo con el gobierno de Biden.
Las sanciones que impuso a Maduro, su esposa, decenas de funcionarios y empresas estatales siguen vigentes. Si bien la política de Biden de restaurar la democracia con “elecciones libres y justas” es claramente diferente de la de Trump, Estados Unidos aún considera a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela, aunque actualmente está marginado de la escena política.
En semanas recientes, Maduro trasladó a seis ejecutivos, cinco de ellos ciudadanos estadounidenses, de prisión a arresto domiciliario. También otorgó a la oposición política dos de los cinco cargos de la directiva en el Consejo Electoral y permitió que el Programa Mundial de Alimentos ingresara al país, medidas para aliviar las tensiones políticas.
Mientras espera que se flexibilicen las sanciones, Venezuela tendrá elecciones presidenciales en noviembre en las que la oposición anunció su participación.
Henrique Capriles, un líder clave que perdió ante Maduro en las elecciones de 2013, dice que es hora de terminar con la política que sustenta que “el que gana se lleva todo”.
“Hay gente del lado de Maduro que también se ha dado cuenta de que el conflicto existencial tampoco es bueno en la posición en que ellos están, porque no hay manera de recuperar económicamente el país”, dijo Capriles.
Me imagino que el Gobierno debe tener gran presión interna,
agregó