En un multitudinario funeral con presencia de líderes mundiales y miembros de la realeza, el papa Francisco fue despedido este sábado en la Ciudad del Vaticano. Con ello, se puso ‘punto final’ al papado del argentino, caracterizado por sus discursos de calidez humana y benevolencia.
Decenas de líderes de todo el mundo se reunieron para la ocasión, para presentar sus últimos respetos al también líder del Estado Vaticano. Según cifras oficiales, se reunieron 80 dirigentes de Estado, 10 reyes, 400 obispos, 4,000 sacerdotes y más de 250,000 creyentes en una ceremonia en la Plaza de San Pedro.
“Rico en calidez humana y profundamente sensible a los desafíos actuales, el papa Francisco compartió verdaderamente las ansiedades, los sufrimientos y las esperanzas de este tiempo”, dijo el cardenal italiano Giovanni Battista Re, quien presidió la misa funeral.
Después del evento, el ataúd fue colocado en el papamóvil descubierto y, acompañado de 150,000 personas, conducido a través del corazón de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco pidió descansar a través de su testamento. Finalmente, fue enterrado en una ceremonia a puertas cerradas.
El ‘adiós’ al papa Francisco
Francisco falleció la madrugada del lunes 21 de abril a los 88 años, tras sufrir un derrame cerebral y un paro cardíaco, con lo que concluye una era turbulenta dentro de la Iglesia católica. El papa mostró un deterioro en su salud a principios de año, lo que lo llevó a pasar cinco semanas en el hospital por una neumonía doble y parecía estar recuperándose lentamente, pero su deceso se dio de manera rápida y sin sufrimiento, según el Vaticano.
El clérigo de origen argentino tuvo que enfrentar a la cúpula más tradicionalista dentro de la institución, a la vez que volvió a centrarla en los pobres y marginados. Durante su papado, a menudo chocó con los conservadores, que veían a un papa demasiado liberal y demasiado complaciente con los grupos minoritarios, como la comunidad LGBTQ.
Lo que sigue para el Vaticano
Ahora, según el protocolo, el camarlengo deberá encargarse de gestionar los asuntos cotidianos del Vaticano hasta que un nuevo pontífice sea seleccionado. En este caso, será el cardenal Kevin Farrell quien cumpla con dicha tarea.
El proceso también establece que la elección de un nuevo papa comenzará dentro de 15 a 20 días desde este 21 de abril, a fin de que todos los cardenales tengan tiempo suficiente para llegar a Roma.
El proceso de selección de un nuevo papa se realiza mediante varias rondas de votación y mediante un cónclave, una reunión secreta del Colegio Cardenalicio que se celebra en la Capilla Sixtina del Vaticano, en la que los cardenales electores se aíslan el mundo exterior para deliberar y votar.
Francisco nombró a casi el 80% de los cardenales electores que elegirán al próximo papa, lo que aumenta las posibilidades de que su sucesor continúe con sus políticas progresistas, aunque al momento no existe un favorito para ocupar el cargo de jefe de la Iglesia católica.
Después de que un candidato alcanza la mayoría requerida y acepta su elección, se le consulta qué nombre adoptará como papa. Luego, el nuevo pontífice es presentando desde el balcón de la Basílica de San Pedro e imparte su primera bendición Urbi et Orbi.
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