Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, propone absorber migrantes de forma positiva
En medio del endurecimiento de las políticas contra los migrantes en Estados Unidos por parte del gobierno de Donald Trump, Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, consideró que este fenómeno puede ser muy productivo y positivo para un país.
Durante su participación en Smartcity Expo Latam Congress en Puebla, el premio Nobel de la Paz recordó que durante su mandato enfrentó la primera gran ola migratoria proveniente de Venezuela y en lugar de cerrar sus puertas, su gobierno optó por integrar a estar personas.
Tomé la decisión deliberadamente de abrirle las puertas a todos los migrantes venezolanos, lo hice además por una cuestión de gratitud. Colombia durante muchísimos años por la violencia había migrado hacia Venezuela,
afirmó.
Migrantes, un enfoque integral
El expresidente colombiano explicó que el enfoque fue “integral” y se les dio acceso al sistema de salud, educación y empleo, ya que uno de los principales temores era que los venezolanos desplazaran a los trabajadores colombianos por ofrecer su fuerza laboral a menor costo.
“Se requiere esas coordinaciones del gobierno nacional, locales, identificar cómo se puede absorber esa migración de forma positiva, porque la otra cara de la moneda infortunadamente es que cuando no hacen nada esos migrantes se vuelven delincuentes,”
agregó.
Alianzas público-privadas son clave para combatir la pobreza
Asimismo, Santos subrayó la importancia de construir puentes entre el sector público y el privado para enfrentar retos sociales como la pobreza y la desigualdad en los países de Latinoamérica.
“Soy un gran convencido de que el sector privado y el sector público tienen que crear sinergias, tienen que ir de la mano, no pueden estar confrontados porque ideológicamente muchas veces nos estimulan a estar confrontados, eso es muy negativo”.
Durante su gobierno, implementó una estrategia poco convencional: invitó a los presidentes de las empresas más grandes de Colombia a visitar zonas marginadas, en la mayoría de los casos era la primera vez que los presidentes de las grandes empresas “vivían en carne y hueso la pobreza”.
Estrategia que, según el mandatario, le permitió alinear las políticas públicas con las necesidades reales de las comunidades; por otra parte, añadió, canalizó el compromiso empresarial hacia acciones concretas para enfrentar este problema.
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