Jim Yong Kim renunció este lunes a su puesto como presidente del Banco Mundial, casi tres años antes de que termine su periodo, para trabajar en una firma privada de inversión en infraestructura.
“Ha sido un gran honor desempeñarme como presidente de esta extraordinaria institución, llena de individuos apasionados dedicados a la misión de terminar con la pobreza extrema en el lapso de nuestras vidas”, dijo este lunes en el comunicado Kim, que dirigía la institución desde 2012 y que fue reelegido en 2016 para un periodo que terminaba hasta 2021.
La sorpresiva decisión podría desencadenar una disputa entre el gobierno estadounidense y los críticos del control de la institución que tiene ese país, pues en las siete décadas de historia del Banco Mundial, su presidente siempre ha sido elegido por Estados Unidos, explica The Wall Street Journal.
El papel de EU para determinar al presidente del organismo internacional ya fue cuestionado en 2016, pues Kim enfrentó a candidatos de Nigeria y Colombia. “Muchos funcionarios han argumentado que el papel del Banco Mundial en el financiamiento del desarrollo justifica que su liderazgo, al menos ocasionalmente, venga de países del sur global”, detalla el diario.
El Banco Mundial es uno de los mayores donantes para los países en desarrollo, detrás de grandes proyectos de infraestructura en Asia, África y América del Sur.
“(La) oportunidad de unirme al sector privado fue inesperada, pero he concluido que este es el camino a través del cual podré lograr el mayor impacto en grandes temas globales como el cambio climático y la falta de infraestructura en países en desarrollo”, dijo Kim en el comunicado.
Kristalina Georgieva, la directora ejecutiva del Banco Mundial, asumirá la presidencia interina cuando Kim abandone su puesto el 1 de febrero.
Con información de AFP